Una opción para disfrutar del tiempo libre sin quedarse en el sofá de casa ni reunirse en torno a una barra. Esa es la vocación de la asociación carralesa Mil e Pico, que desde hace treinta años ofrece a los jóvenes menores de 30 años alternativas para "juntarse con gente joven y hacer cosas sin quedarse en casa ni en los bares, que hay mucha costumbre", asegura su presidente, Martín Álvarez. La entidad organiza desde un taller de guitarra hasta iniciativas como el festival con mercadillo de artesanía y conciertos que se celebró ayer en el campo da feira.

Al frente de la directiva desde hace un año, cuando la asociación llevaba dos años parada, este joven de 24 años trata, junto a ocho compañeros, de reavivar la entidad, para lo que resultará clave la cesión de un local que, asegura, les ha apalabrado el Ayuntamiento. Ahora mismo, explica Álvarez, las actividades de la asociación se sostienen con la recaudación de festivales como el de ayer ya que, desde el parón, la entidad no tiene socios, aunque su presidente anuncia que intentarán retomarlos cuando dispongan de un local.

El sentido de la asociación, resume Álvarez, radica en que en Carral, asegura, "no hay nada, ni un ciber", por lo que los jóvenes tienen pocas posibilidades para invertir su tiempo libre en grupo, a excepción de la oferta de talleres que programa el Concello. "Hace unos años que el Ayuntamiento tiene actividades, por eso bajó, en parte, la oferta de la asociación", señala el presidente. Además de lo cotidiano, Mil e Pico organiza festivales como el de ayer o el de música rock de las fiestas, campeonatos de futbolín, magostos, intercambio de libros por comida para el Banco de Alimentos de Carral y colabora con el Concello en la campaña de recogida de juguetes por Navidad.

El color político queda fuera de la asociación, asegura Álvarez: "Si hay un problema, pues reivindicamos, pero no nos acercamos a nadie. La asociación está abierta a cualquiera". El presidente llama a los jóvenes a participar: "Hay más cosas que la Play Station".