El conductor del coche que sufrió el accidente en Ordes que le costó la vida a dos de los cinco ocupantes, entre ellos su hermano de 16 años, será imputado por sendos homicidios por imprudencia, según informó ayer la Guardia Civil. Estas mismas fuentes han confirmado que el conductor, de 19 años e iniciales P.B.S., dio positivo en la prueba de la alcoholemia. Según ha podido saber este diario, la tasa rondabe el límite legal para un conductor con experiencia, pero en su caso se suma el agravante de que era un piloto novel.

Fuentes próximas a la investigación apuntan al exceso de velocidad como otra de las posibles causas del accidente. El coche se estrelló contra un árbol en una carretera secundaria, estrecha y mal iluminada, y la violencia del impacto hizo que el vehículo girase casi por completo. El accidente se registró en un momento que una espesa niebla cubría la carretera.

Los cinco jóvenes ocupantes, todos ellos de Oza-Cesuras, regresaban de una noche de fiesta en Ordes. La Guardia Civil sospecha que tomaron la vía secundaria que discurre por el lugar de Faramilláns, en la parroquia de Buscás, para evitar los radares de la N-550 y el situado a la altura del Mesón de Visantoña, en Mesía. El fuerte impacto contra el árbol despertó a los vecinos del lugar, que socorrieron a las víctimas pero no pudieron hacer nada por J. B.S., de 16 años, y M.F.M., de 19, que murieron al instante. Los bomberos y sanitarios solo pudieron certificar su fallecimiento.

El único herido que continúa ingresado, I. I.S., de 18 años, permanece estable en la unidad de críticos del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. Su pronóstico es reservado, aunque permanece estable, según el parte médico facilitado por el centro hospitalario. Los otros dos jóvenes, entre ellos el conductor, fueron dados de alta en la tarde del domingo.

La iglesia de Santa María de Dordaño se quedó ayer pequeña en la despedida de J. B.S., de 16 años. Cientos de vecinos de Cesuras arroparon a la familia de este joven que finalizaba sus estudios en el instituto de Betanzos. Sus compañeros de clase, visiblemente emocionados, fueron los encargados de portar las coronas ante el féretro, cargado a hombros por los primos y allegados al fallecido. La hermana encabezó ayer la comitiva fúnebre, acompañada por familiares y amigos. Horas antes, muy afectada, declaraba ante los medios que su hermano se acababa de sacar el carné de conducir y que su llamada les sobresaltó a las cinco de la madrugada. Los padres y los dos hermanos del fallecido, entre ellos el que conducía el coche y que durante la ceremonia no pudo contener los sollozos, fueron arropados ayer por la silenciosa comitiva. Fue un funeral sencillo, sin sermones. El párroco leyó un episodio del Santo Job y, a continuación, pidió silencio: "Cuando el dolor es muy grande, lo mejor que podemos hacer es acompañar en silencio", pidió.

Hoy será enterrado el otro joven fallecido, M. F.M., de 19 años, a las cinco en Santaia de Probaos.