Año nuevo, vida nueva. Algo así debió pensar el alcalde de Sada, Ernesto Anido, en el último pleno de 2013. Tras una sesión que dejó más que patente la tensión y rencillas del bipartito, el regidor tomó la palabra muy circunspecto y se dirigió directamente al público para lanzar un anuncio "muy meditado" que dejó a vecinos y políticos boquiabiertos. "Lo admito. Erré, me equivoqué y pido perdón por ello", se disculpó el popular que tras dedicarle duras críticas a sus socios del PDSP les comunicó uno a uno su destitución. El PP gobernará en solitario con solo cuatro de los 17 concejales. "Se acabó el tiempo de las políticas trasnochadas", presumió,

"A partir de ahora caminaré solo con los ciudadanos. No vine aquí para ser un cacique. No voy a vender mi alma", arguyó ante un auditorio perplejo. Y prosiguió. "No quiero ataduras". Igual de atónitos se quedaron sus ya exsocios, a los que su expulsión de las bancadas les cogió con el pie cambiado. El alcalde llevaba el discurso bien preparado. Y se quedó a gusto. Ernesto Anido, que gobierna siendo la tercera lista más votada y que fue aupado a la Alcaldía por el PDSP, respondió así a la rebelión del PDSP y no dudó en tachar de rémoras a los ediles del grupo que preside Ramón Rodríguez Ares. También tuvo palabras para funcionarios "envenenados" y políticos que "desguazan a sus correligionarios". Habló de prácticas y personas "viejas", de que no iba a soportar "extorsiones".

El regidor concluyó su discurso con un desafío: "En Navidad también están abiertas las notarías", en alusión a una más que improbable moción de censura. La ruptura era más que previsible y Anido decidió tomar la iniciativa. El difícil panorama que se abre ahora en Sada podría abocar la vida política a la parálisis. El PP se queda con cuatro concejales, insuficientes incluso para formar una junta de gobierno. Es probable que se sume a sus filas el edil de APSI, Fernando Campos, apoyo incondicional del PP en todos sus acuerdos. Aún con su incorporación, el gobierno deberá repartirse entre cinco escaños.

El PDSP evitó ayer hacer declaraciones. A la salida del pleno, Yolanda Ansede (PDSP) se volvió indignada hacia la presidencia del plenario. "A ver quién trabaja a partir de ahora", murmuró. El portavoz del grupo, José Ángel Sánchez, anunció la pronta convocatoria de una rueda de prensa y evitó pronunciarse sobre lo acontecido. "Lo único que nos importa es que Sada salga adelante, no nos interesan otras cosas", dejó caer el concejal. La destitución llega tras meses de tensiones, primero disfrazadas y después más que palpables entre ambas fuerzas políticas. Se abre ahora un período de incógnitas. El primer paso que debe dar Ernesto Anido en su camino en solitario es notificar oficialmente la destitución a sus excompañeros de gobierno. Después deberá reorganizar las áreas del ejecutivo y distribuir entre los populares las áreas de Cultura, Obras, Turismo, Personal y Medio Ambiente, hasta ahora dirigidas por el PDSP.

El último pleno del bipartito fue una muestra del desgobierno que reinó en Sada en los últimos meses. Tras quedar anulado el gasto en el coordinador con los votos de PDSP, BNG y PSOE, y la desestimación de los recursos del funcionario a la RPT, el alcalde se aferró a una sorpresiva e incoherente enmienda del edil de APSI que le permitió hacer borrón y cuenta nueva. La petición iba dirigida a dotar de partidas a las plazas vacantes de personal-una reclamación a la que hasta ahora Fernando Campos siempre se había opuesto- y que dispuso del voto favorable del BNG y PSOE. Solo el PDSP votó en contra. La sorprendente abstención del PP, que permitió que prosperase, con lo que el presupuesto quedó también sobre la mesa, pendiente de su modificación. Hay mucho que enmendar y el tiempo dirá si al PP le salen las cuentas.