El presidente fundador Manuel Díaz Santiso, el primer entrenador del club Demetrio Calviño, antiguos socios y directivos, antiguos y actuales patinadores, federados o aún no, sus familias y hasta una representación del Concello de Oleiros con el alcalde al frente. Nadie quiso faltar a la fiesta del veinte aniversario de la constitución de la Sociedad Cultural y Deportiva Rabadeira que se celebró el pasado fin de semana en As Torres de Santa Cruz, donde fueron los discursos y la entrega de recuerdos conmemorativos; y luego en el centro cívico, donde se tomaron los pinchos y se charló hasta bien entrada la noche.

El club de patinaje de velocidad Rabadeira cumple veinte años con el mérito de haber "sobrevivido" en este tiempo en el que ha visto desaparecer a casi todas las entidades tanto de la comarca (había dos en Oleiros, una en Miño, otra en A Coruña) como de Galicia: junto al Sada Patín son los únicos clubes de velocidad de la comunidad.

"Estamos muy orgullosos de celebrar este aniversario y contar con una cantera de 54 patinadores, 20 federados y los 34 entrenándose. Tenemos dos entrenadores y un monitor y en este tiempo a pesar de todas las dificultades hemos obtenido medallas en el Campeonato de España, bronce y plata, entre otras", destaca el tesorero del Rabadeira, Ricardo Suárez. Unos resultados que podrían mejorar. "Entrenamos en pista lisa y al ir a competir fuera hay peraltes y no están acostumbrados y es un hándicap, y aún así tenemos buenos resultados", añade.

En estos veinte años de historia desde el primer momento han reivindicado unas instalaciones adecuadas al Concello (en sus inicios patinaban en la pista de Adormideras en A Coruña), incluso pidieron construir una pista alrededor de la de skate que se levantó en Bastiagueiro. Pero desde el año pasado entrenan en un pabellón cubierto.

"Llegamos a un acuerdo con Decathlon y a cambio de darles clases a los clientes nos prestan su pabellón, que tiene 180 metros de cuerda. Así podemos entrenar en invierno también y en una pista mejor y eso se ha notado ya en el rendimiento y los resultados de los patinadores", añade el tesorero de la entidad.

El Rabadeira agrupa a patinadores desde los 4 años hasta los 33 "y también se han dado casos de padres y madres que se han apuntado al tener que llevar a a sus hijos a entrenar y también compiten. Los mayores entrenan cuatro días a la semana y los pequeños tres días, durante dos horas y media cada uno. Compiten en campeonatos tanto de pista como de circuito y de indoor además de maratones.

Suárez destaca como secreto de haber sobrevivido estos veinte años en un deporte minoritario en la "buena sintonía" entre la directiva, los patinadores y sus familias.

"Los padres todos llevamos a nuestros hijos a las competiciones por toda España, nos alojamos en los mismos hoteles, hay una convivencia, una amistad, y eso se nota". Si uno de los fundadores, Manuel Díaz, empezó porque su hijo patinaba, lo mismo sucede con toda la directiva. "Yo mismo tengo dos hijos que patinan. Uno empezó con 6 años y ahora tiene 26", apunta el tesorero.

"Nos financiamos con cuotas de los miembros, ayudas del Concello y de la Diputación. El Concello también nos presta la logística para el trofeo que organizamos en verano. La Diputación hasta ahora nos daba unos 2.100 y pico y el año pasado 770", añade Ricardo Suárez. Pero el Rabadeira sigue adelante y superando retos: el año pasado participó en una prueba de patinaje en El Jarama en Madrid: dos patinadores seis horas seguidas a relevos recorriendo 173 kilómetros. Quedaron segundos en el sprint final.