La carretera que comunica Crendes (Abegondo) y Piadela (Betanzos), más conocida como O Portancho, está cerrada al tráfico desde que el pasado invierno una crecida del río Mero provocase el hundimiento de un tramo situado en el lado que pertenece al municipio de Betanzos. Son unos pocos metros que han dejado inservible un vial que usaban principalmente los vecinos de la zona de Crendes. Abegondo y Betanzos indican que el arreglo es competencia de Augas de Galicia. El organismo autonómico niega que tenga potestad para realizar obras en carreteras.

Ninguna Administración pública ha asumido la responsabilidad de repararla hasta la fecha. La carretera quedó dentro de la zona expropiada para la construcción del embalse de Cecebre en los años 70 sin que se llegase a crear un camino alternativo. "El Ayuntamiento concesionario deberá presentar un proyecto de sustitución de los caminos afectados por las obras, en el que se estudie la solución a los problemas planteados por el Ayuntamiento de Betanzos, respecto del puente denominado O Portancho", explicaba el BOE en 1973.

Más de cuatro décadas después, el Ayuntamiento de Betanzos y el de Abegondo señalan que "el vial se encuentra en una zona declarada de influencia del embalse y gestionado por Augas de Galicia". Este organismo de gestión está adscrito a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas de la Xunta de Galicia. Por esta razón, los dos municipios han mantenido contactos "con el fin de buscar una solución" para arreglar los desperfectos.

El Ayuntamiento de Betanzos se dirigió a Augas de Galicia para consensuar una solución y este organismo autonómico incluyó el vial en la relación de zonas afectadas por los temporales para optar a la financiación del Gobierno central. Esta actuación no apareció entre las aprobadas por el Estado, según informa el Ejecutivo municipal brigantino. "Tras ello, hubo nuevos contactos entre los dos ayuntamientos y en estos momentos se está a la espera de que Augas de Galicia apruebe una nueva propuesta presentada para arreglar el vial", apuntan las mismas fuentes de Betanzos.

Abegondo y Betanzos están dispuestos a colaborar para asumir "una reparación menor" si la respuesta de Augas de Galicia fuera negativa. El organismo dependiente de la Xunta de Galicia asegura que "Augas de Galicia no tiene responsabilidad ni titularidad sobre carreteras y que no es de su competencia", porque las obras en carreteras corresponden a la Axencia Galega de Infraestruturas.

Otra de las partes implicadas, Emalcsa, afirma que el mantenimiento del vial no le corresponde. La empresa de A Coruña reconoce que existe "un conflicto de intereses, pero no sabe a quién corresponde el mantenimiento". Emalcsa aclara que "la gestión y control del nivel de las aguas del embalse corresponde a Augas de Galicia".