Fue bautizada como Xosé Antón, en homenaje al carpintero que la rescató del olvido, o más bien, de una cuneta, y le dio una nueva oportunidad en su huerta de Lubre, en Bergondo, donde echó raíces. Esta variedad de manzana fue una de las seis modalidades autóctonas que se pusieron ayer sobre la mesa en la cata de variedades poco comunes cultivadas en la reserva de la biosfera que organizó el Concello de Abegondo. Y conquistó al jurado, que le ha otorgado el segundo premio.

El primer puesto lo obtuvo otra variedad con un nombre más que inusual para una fruta: Sangre de toro. Su sabor ácido y su color rojo intenso conquistó al tribunal y a los asistentes a esta cata que tenía como objetivo principal "probar nuevas modalidades" de manzanas que se cultivan en el territorio de la reserva de biosfera.

Las otras variedades autóctonas que se pusieron sobre la mesa fueron la encroba verde, nacida en esta zona de Cerceda; o Morro de liebre. La actividad estuvo impartida un año más por el ingeniero agrónomo Francisco Otero, que animó a los asistentes a cultivar estas variedades poco comunes y que una vez conocidas conquistan por su sabor.

La cata incluyó también la degustación de seis variedades de manzanas internacionales. Entre otras Opal, una variedad dulce y crujiente de origen checo que obtuvo el segundo premio.

La actividad se celebró entre las 19.00 y 21.00 horas en el Aula Multimedia del Concello de Abegondo. El encargado de impartirla fue de nuevo Francisco Otero, un técnico de la Consellería de Medio Rural que desde hace ocho años se ocupa de los cursos de Abegondo de poda, injerto y plaga. Estrella Galicia colaboró en esta actividad que tiene como objetivo primordial dar a conocer la producción de la comarca.

Es la segunda cata que organiza el Concello. La primera sirvió de colofón a un curso de fruticultura y puso sobre la mesa seis novedosas catas de manzanas, como la Rubinete o la Braeburn.