Considerado uno de los enclaves con mayor interés medioambiental de la Reserva de la Biosfera, las marismas del río Baxoi ocupan un lugar destacado en la lista roja del patrimonio natural de la comarca. El Concello de Miño admite que el humedal ha perdido gran parte de su riqueza por la presión urbanística, los vertidos y las especies invasoras.

El documento para modificar el planeamiento urbanístico y adaptar la macrourbanización de Monte Piñeiro al Plan do Litoral ofrece un diagnóstico desolador de un humedal que ha sufrido todo tipo de agresiones durante años. Y que paradójicamente el Concello de Miño esgrime ahora para relativizar el impacto de la urbanización de 750 viviendas que proyecta a escasos metros de las marismas y Playa Grande.

La Xunta también ha desistido de extremar la protección de este enclave, que incluía en la propuesta de ampliación de la Rede Natura y que se ha quedado sin el distintivo. La Consellería de Medio Ambiente ha resuelto además dar su visto bueno a la adaptación de la macrourbanización de Monte Piñeiro al Plan do Litoral, pese a que este documento identifica el ámbito como Espazo de Interés Geomorfológico.

Las marismas fueron atravesadas por la autopista y la vía férrea y, como reconoce el Concello de Miño en su informe, "el vertido de aguas residuales urbanas de Miño sin depurar hasta que se puso en marcha la depuradora supuso durante años un aporte de materia orgánica, aceites y detergentes", recoge en el documento en el anexo ambiental.

"Una de las principales consecuencias de los derrames fue la práctica desaparición de las plantas fanerógamas en los fondos". El aniquilamiento de la flora ha provocado la desaparición de gran parte de las especies que habitaban en la marisma, como han denunciado en numerosas ocasiones los ecologistas. Las agresiones fueron a más con la construcción de la macrourbanización de Fadesa en Perbes. En 2006, a consecuencia de las fuertes precipitaciones, las marismas sufrieron el aporte de sedimentos arcillosos y cantos que, como reconoce el propio Concello, aceleraron los procedimientos de colmatación de la marisma a través de los ríos Xarío y Vidreiro "con las consecuencias para toda la vida que en ella se desarrolla".

La construcción del puerto de Sada, los cambios de las corrientes y los consecuentes aportes de arena a la Playa Grande han agravado la situación con el arrastre de arena mar adentro.

El último relleno provocó airadas quejas de los ecologistas, que se unieron en una plataforma con integrantes también de PSOE, BNG y AGE para reclamar a la Demarcación de Costas un proyecto de recuperación integral de las marismas y la playa, cuyo sistema dunar también ha sido degradado por varias actuaciones, como la construcción de la carretera, el aparcamiento o el campo de fútbol, que ya ha sido desmantelado por el Concello.