La Virgen de Pastoriza mira hacia unos eucaliptos en lo que debería ser un mirador desde el que contemplar todo el valle de A Furoca hasta A Coruña. Esta es la situación de este lugar de peregrinación desde hace dos años. Los árboles con el paso del tiempo han alcanzado una altura superior a los 30 metros de altura. Apenas hay un pequeño hueco en el lateral por el que se puede ver una parte de A Coruña gracias a que por allí pasa una línea de alta tensión. Así lo denuncia la asociación social y cultural O Grilo, que reclama al Concello de Arteixo desde el año pasado la tala de esos árboles porque quitan todas las vistas. "Lo hemos pedido muchas veces. La última en el mes de mayo, cuando presentamos una solicitud en el Concello", indica el presidente de la entidad, Pablo Mariño.

El alcalde, Carlos Calvelo, explica que el departamento de Medio Ambiente ya estudia el problema y advierte de que los terrenos de los eucaliptos son privados. También señala que la única posibilidad que tiene el Ayuntamiento para talar los árboles es acogerse a la ley de incendios, que obliga a eliminar la vegetación en un radio de 30 metros alrededor de bienes de interés público. "Por el momento esperamos por el informe de Medio Ambiente", asegura el alcalde.

El acondicionamiento del mirador y del entorno fue una de las reclamaciones que la asociación O Grilo expuso a todos los grupos políticos durante las reuniones que mantuvieron en las semanas previas a las elecciones municipales. Pablo Mariño advierte de que las escaleras que llevan al mirador desde la iglesia están "descuidadas" y tienen "filtraciones de agua". El propio mirador no se libra de falta de mantenimiento de la zona. "Está invadido por la vegetación en buena medida. Hay hierbas que alcanzan el medio metro de altura allí", denuncia. Mariño se lamenta de que "un bien primordial" como este se encuentre en un estado tan malo. El mirador se inauguró en 1887, según asegura el presidente de la asociación O Grilo.

El origen del santuario y la devoción a la Virgen de Pastoriza están envueltas en numerosas leyendas y antiguas tradiciones, recogidas en el libro La leyenda de la Pastoriza, de Emilia Pardo Bazán. El texto, publicado en A Coruña en 1887, logró gracias al prestigio de la autora un efecto de promoción de las peregrinaciones al santuario. La asociación pide la recuperación y la puesta en valor de este lugar "tan simbólico" de Pastoriza por toda la historia que tiene detrás y porque también potenciaría el turismo en el concello arteixán.

Pablo Mariño espera que los eucaliptos ya no estén para la celebración del San Miguel en octubre y los vecinos y visitantes puedan disfrutar del mirador, desde el cual se podría ver buena parte de A Coruña y el valle de A Furoca. Otras de las reivindicaciones que tiene la asociación son la recuperación del parque de Monticaño y del castro que hay en Pastoriza.