Era un domingo de fiesta en plena celebración de la Virgen del Carmen y la embarcación se llamaba Alegre, pero la jornada fue tan trágica que conmocionó la villa de Sada y toda la comarca: hoy hace 75 años del naufragio del vapor de Pontedeume al encallar en A Pulgueira, un islote en la entrada del puerto que con la marea alta no se veía. El barco llevaba a un centenar de pasajeros pero solo murieron tres gracias al arrojo de muchas personas que presenciaron lo ocurrido, especialmente seis marineros sadenses que, ellos solos, rescataron a unos ochenta náufragos.

Las fiestas de Sada de 2015 llegan a su acto central con la tradicional y popular sardiñada que se celebró en O Curruncho a partir de las seis de la tarde, pero antes, a la una, el Concello recordó a las víctimas del naufragio del vapor Alegre con motivo de este aniversario y realizó una ofrenda floral en el paseo marítimo, ante el monumento que recuerda este trágico suceso. En este acto además del alcalde sadense Benito Portela estuvo presente el regidor de Pontedeume, Gabriel Torrente, junto con los patrones de las cofradías de los dos concellos.

Juan Guillén Vila sacó del agua a unas catorce personas; Francisco Guerra Verdía, a unas 17; Ramón Fernández Vila, a unas veinte; Ramón Martínez Filgueira, a unas diez; Ricardo García Couceiro, a cuatro; y Eduardo Guerra Louzán, a unas quince. Así lo relata el exalcalde Ramón Rodríguez en una publicación editada hace años en la que recogía actas, artículos de prensa y documentos de los archivos municipales.

La embarcación había zarpado de Pontedeume con más de cien personas a bordo para participar en la procesión de la Virgen, que entonces se celebraba en las fiestas de agosto y, al chocar contra la peña, volcó. Después de este accidente se colocó un faro encima del islote.

La Corporación local celebró un pleno extraordinario al mes siguiente y acordó, con Manuel Roo de alcalde, la felicitación a los seis marineros que habían salvado a gran parte del pasaje y en general a todos los vecinos por su ayuda a los náufragos.

El puerto sadense pidió la medalla de Salvamento para estos seis marineros por su heroísmo y el Concello solicitó para ellos la Cruz de Beneficencia. El pósito de Pontedeume entregó un escrito de agradecimiento al de Sada.

Los padres de uno de los héroes, Juan Guillén, pidieron al alcalde, como único premio, que se les concediese el licenciamiento de sus otros hijos, Antonio y Salvador, que llevaban más de tres años en filas. La Corporación municipal elevó la petición al Gobernador de la provincia, pero no fue atendida.

Pasaron más de cuarenta años, hasta que se celebró, el 18 de agosto de 1984, un acto de homenaje a estos héroes con la colocación de un monumento en el paseo marítimo. Estaban presentes los alcaldes sadense (Rodríguez Ares) y eumés, además de algunos vecinos de la villa de Pontedeume que habían sido rescatados aquel aciago día.

Las fiestas patronales de Sada, declaradas de Interés Turístico, incluirán hoy la sardiñada con raciones de vino, sardinas de pan y taza de barro a cinco euros mientras suena la Agrupación Musical Queiroa.

A las diez y media de la noche actuará la orquesta Cinema en la plaza Irmáns Suárez Picallo y en el descanso, poco después de medianoche, se realizará el espectáculo pirotécnico con fuegos aéreos y acuáticos.