El proyecto de construcción del poliducto e instalaciones auxiliares para la descarga de crudo en el puerto exterior que Repsol ha remitido a la Xunta para su evaluación ambiental minimiza el valor de los terrenos expropiados para ejecutar la obra. La empresa incide en que la pérdida patrimonial de los propietarios de los terrenos será "correspondida con la dotación económica que legalmente les corresponda". Sin entrar en pormenores sobre las parcelas que serán expropiadas, la compañía avanza que "el terreno a ocupar no presenta un valor elevado, dado que se encuentra mayormente ocupado por cultivos, ganadería y matorral". El efecto, matiza, será "negativo pero de carácter leve". El proyecto también minimiza la fragmentación del territorio que provocará la obra del poliducto. Señala que la creación de la servidumbre de acceso dividirá parcelas, pero "dado que no se valla ni se impide el tráfico sobre él, el efecto se verá diluido, por lo que se considera poco significativo". La empresa equipara el impacto "con el que se produce cuando se instala una línea eléctrica u otra infraestructura lineal soterrada, como es el caso de gaseoductos u oleoductos".