Unas risas estridentes rompían ayer el silencio en el paseo marítimo de O Burgo: bandadas de gaviotas reidoras en compañía de ejemplares jóvenes de gaviota patiamarilla y de algunas sombrías. Entre los juncos e incluso posadas encima de la vieja lancha motora María Irene abandonada, una treintena de espectaculares garzas reales rodeadas de garcetas comunes. En procesión bordeando todo el paseo en busca de la comida que les dan de vez en cuando los viandantes, una veintena de cisnes. Y la gran sorpresa: dos ibis sagrados en uno de los estanques junto al jardín botánico cullerdense, dos aves fuera de lugar.

"Ahora estamos en el pico de migración, están entrando aves tras criar en el norte de Europa, en Suecia, en Escandinavia. Recalan en sus sitios favoritos, como Ortigueira, Valdoviño y la ría de O Burgo, para alimentarse unas horas o días, reponer sus depósitos grasos, o esperar a que haya viento favorable, y seguir camino hacia África. A la ría vienen a parada y fonda", explica uno de los ornitólogos gallegos más reconocidos y autor de varios libros sobre la materia, Cosme Damián Romay.

Este experto destacó que el ibis sagrado, venerado por los egipcios que lo incluían en los jeroglíficos y que vive en África y Asia, si llega aquí es porque se ha escapado de "algún coleccionista". Ayer dos lucían su plumaje blanco con su cola negra y su cabeza y cuello negros y pelados, con un largo pico curvo. "Esos ibis seguramente sean los que se han avistado estos días en Muxía", apunta Cosme Damián.

"En O Burgo cada mes llega una oleada de nuevas especies. Por ejemplo, a partir de noviembre, hacia la zona de Santa Cristina, es parada obligatoria para ver varias aves marinas del norte de Europa. Aunque además de las migratorias, un pequeño porcentaje de aves limícolas invernan aquí, como el correlimos,la aguja colinegra o el andarríos chico. Puedes verlos en O Burgo, en San Pedro, punta Herminia... En muchas son visibles las anillas en sus patas y los ornitólogos de todo el mundo las siguen en tiempo real, por GPS", añade este biólogo.

Los ornitólogos tienen senderos secretos y miradores, por el paseo marítimo de Culleredo, desde donde avistan en primera fila a estas aves acuáticas. O Burgo es un paraíso para estas aves, el lugar donde descansan y se alimentan, y un lugar inmejorable para potenciar otro tipo de turismo por ahora olvidado: el ornitológico.

"Muchos ornitólogos de España vienen aquí. Galicia tiene unas particularidades que la hacen un destino muy apetecible, sobre todo por su riqueza en aves marinas. Hay un trasiego continuo de ellas que es un deleite para un ornitólogo. Es un tipo de turismo ideal para hacer en familia, con los niños, es muy cómodo y entretenido, con unos simples prismáticos, un fin de semana...".