Los robos registrados en viviendas de los ayuntamientos de Sada y Bergondo ascendieron a 16 solo durante el pasado fin de semana. Fuentes oficiales próximas a la investigación han concretado la cifra de asaltos que despertaron la alarma vecinal y la preocupación de los Gobiernos locales sadense y bergondés.

Las mismas fuentes facilitan también una cifra aproximada de asaltos producidos en las últimas semanas entre estos dos ayuntamientos y el de Oleiros, que también se ha visto afectado por la oleada de ladrones. En total, fueron cerca de cincuenta los robos que han sufrido recientemente viviendas de estos tres municipios.

La Policía Judicial investiga los robos y se desconoce todavía su autoría. El alcalde de Sada, Benito Portela, apunta a la posibilidad de que se trate de dos bandas y su homóloga bergondesa, Alejandra Pérez, recuerda que en anteriores ocasiones hubo oleadas de robos y siempre se trataba de "bandas que no eran de la zona", aunque esta vez todavía se desconoce el dato.

Los regidores de Sada y Bergondo coinciden en lamentar la insuficiencia de efectivos de Guardia Civil y reclaman incrementar los efectivos y los medios para aumentar la seguridad. El regidor sadense asegura que convocará a la Junta Local de Seguridad para abordar la oleada de robos. La alcaldesa de Bergondo recuerda que hubo Junta Local de Seguridad el pasado mes de octubre, tras una tanda de robos anteriores, y que después se solicitó al delegado de Gobierno que se dotase de "más presencia de la Guardia Civil del cuartel de Sada", la que corresponde al municipio bergondés.

El Gobierno local de Sada ha modificado el cuadrante de la Policía Local para que patrullen por las zonas rurales en las horas en las que se producen los robos, a última hora de la tarde y por la noche, entre las 19.00 y las 20.00 horas, cuando ya ha caído el sol y los residentes en las viviendas todavía no han llegado de trabajar. Aunque en uno de los casos, en Mondego, los ladrones se toparon con un vecino cuando intentaban acceder al interior del inmueble que pretendían saquear. El residente ahuyentó a dos ladrones tras pillarlos in fraganti encaramados en la fachada de su casa para tratar de entrar a través de una ventana del segundo piso.

A falta de concluirse la investigación de los botines que se llevaron los ladrones figuran, en algunos casos, bienes y dinero de valor elevado. Un vecino denunció la sustracción de dinero y joyas por valor de 30.000 euros.