Los ocho acusados de participar, en enero de 2014, en el secuestro del maderero de Cambre de 41 años, que permaneció seis días encerrado en una casa en ruinas y un cobertizo, se sentarán en el banquillo de los acusados de la sección primera de la Audiencia Provincial a partir del martes de la próxima semana. El juicio, según las previsiones, durará hasta el viernes. La Fiscalía, que reclama para los procesados penas que oscilan entre los 10 y los 13 años de cárcel, sostiene en su escrito de calificación que los sospechosos se equivocaron de objetivo. En principio, iban a retener a un hermano de la víctima para conseguir que la familia Diéguez Neira, dedicada desde hace tiempo al comercio de la madera, pagase 70.000 euros a cambio de su liberación.

Aunque a la cita acudió el hermano equivocado, los acusados no modificaron sus planes. El presunto cabecilla engañó a la víctima, quien confió en que era un posible cliente propietario de un monte en Aranga con madera para venderle. Con esa excusa, el procesado logró que el empresario lo siguiese en su vehículo hasta una pista, donde lo secuestró a punta de pistola con ayuda de otros imputados. "Lo golpearon con gran saña en la cabeza y por la espalda, logrando sin mayor dificultad introducirlo en el maletero de un Renault-19", relata el representante del Ministerio público en su informe. Una vez que lo metieron en el coche, le ataron con bridas las manos y los pies, le taparon la boca con cinta aislante y le cubrieron los ojos con un gorro de lana para trasladarlo hasta una casa en ruinas situada en Palas de Rei (Lugo). El hombre, durante el trayecto, logró liberarse de las bridas y abrir el maletero del turismo, por lo que los acusados detuvieron la marcha, le apretaron más las bridas, lo ataron y esgrimieron una pistola, al tiempo que amenazaron con matarlo si volvía a intentar escaparse.

Los imputados, según la Fiscalía, decidieron cambiar la ubicación del secuestrado al cobertizo de una vivienda del lugar de Xar, en Lalín, propiedad de un matrimonio de sexagenarios retornados de Francia. Los imputados llamaron a la esposa de la víctima para exigirle 70.000 euros a cambio de su liberación. El hombre permaneció durante cinco días en el galpón hasta que fue rescatado por la Guardia Civil.