La actividad en el municipio de Curtis prácticamente se paralizó ayer porque vecinos, trabajadores, organismos y Administraciones se volcaron en una tarea tan delicada como tierna: trasladar el nido de una pareja de cigüeñas, las primeras que tiene el concello y que llegaron hace dos años al núcleo de Teixeiro aunque no es una zona habitual de migración para ellas.

Estas aves anidaron en lo alto de una gran grúa de obra en el centro urbano, junto a un edificio a medio terminar ubicado en la avenida de Buenos Aires. El Gobierno local había instado al constructor a que retirase la grúa por motivos de seguridad, al llevar mucho tiempo parada, por lo que era necesario desalojar a las cigüeñas.

El nido se retiró con ayuda de otra grúa gigante y se depositó en el área de ocio de O Penedo, a cien metros de su primer hogar. En esta zona el Concello ha instalado una estructura adaptada y sobre ella se colocó el nido una vez retirado. Media hora después las aves lo localizaron y se instalaron en su nueva dirección. La operación fue realizada por los operarios municipales (que se mostraron emocionados con la tarea), con presencia del alcalde y la supervisión de los jefes del Servicio de Biodiversidad de la Xunta y del Servicio de Conservación da Natureza, un agente medioambiental y un técnico del Centro de Recuperación de Oleiros.