El plan general de Betanzos, pendiente de aprobación inicial, deja la torre de la plaza García Naveira en situación de fuera de ordenación. El planeamiento, que el Gobierno local ha presentado a la oposición y que prevé elevar a pleno a finales de febrero, reserva para el ámbito en que está inscrito una altura máxima de bajo y cuatro plantas, muy lejos de las doce actuales.
La ordenación propuesta en el PGOM limita las actuaciones futuras en este inmueble, en el que solo podrían realizarse obras de mantenimiento, conservación, reparación y consolidación. Las estipulaciones que establece el documento urbanístico no implicarían en ningún caso el derribo, dado que la construcción del peculiar rascacielos de Betanzos estuvo amparada por las preceptivas licencias urbanísticas; pero sí abriría la puerta a que en un futuro pudiese ocupar su lugar un bloque de viviendas con una altura más acorde a la zona, compuesta por edificios de tres y cuatro plantas.
Y es que no hay otro edificio que tenga la misma altura en todo Betanzos. El inmueble, conocido como La Torre, está situado en la avenida García Naveira, al lado de las céntricas plazas de Galicia y García Irmáns y rompe por completo el skyline de la ciudad.
El particular rascacielos de los betanceiros fue construido a finales de la década de los 60, con Marcial Olveira de alcalde. La inusual altura del edificio provocó controversia desde el principio, sobre todo por su proximidad a la zona histórica.
El Concello autorizó las obras a pesar de las reticencias del Ministerio de Vivienda. Esta atalaya está situado fuera de la zona que delimitaban las antiguas murallas de la ciudad, pero se sitúa justo a continuación del ámbito de aplicación del Plan Especial de Protección y Ordenación del Casco Histórico, aprobado en 1992.
El Gobierno local pretende elevar cuanto antes a pleno el plan general para su aprobación inicial, aunque todavía no ha fijado una fecha. El Ejecutivo municipal apura las negociaciones con los grupos y apela a la necesidad de dar luz verde inicial al documento antes de la entrada en vigor de la nueva ley de suelo para evitar nuevos retrasos en la redacción del documento.
Las previsiones que maneja para la torre de García Naveira podrían modificarse durante las negociaciones con la oposición y también tras el período de exposición pública y de estudio de las alegaciones. El Concello, que rige todavía su urbanismo por las normas subsidiarias de 1996 , espera desbloquear definitivamente su urbanismo en el presente mandato.
