Puertas rotas, archivadores forzados, cajones abiertos e innumerables documentos por el suelo dejaron a su paso los ladrones que en la noche del lunes al martes robaron unos treinta euros en el Ayuntamiento de Abegondo. La Policía Judicial de la Guardia Civil investiga los hechos, que dejaron desperfectos y un importante desorden en el Concello, sobre todo en Urbanismo, Alcaldía y Servicios Sociales.

Todo el botín logrado por los ladrones tras rebuscar en los ficheros y cajones de diferentes departamentos de las dos plantas del Consistorio abegondés se limitó al efectivo correspondiente a la fotocopiadora y las compulsas de Tesorería, "que cada vez son menos", explicaba ayer por la mañana personal del Ayuntamiento. Un agente de la Policía Local descubrió a primera hora de la mañana que una de las tres ventanas de la parte trasera del Ayuntamiento, que dan a una suerte de patio interior, estaba rota. El cristal presenta un pequeño agujero a la altura de la manilla que debió de permitir a los ladrones abrir la ventana desde fuera y acceder al interior del edificio.

Todas las dependencias municipales sufrieron desorden en sus archivos, aunque unas más que otras. Urbanismo, Servicios Sociales y Alcaldía, las tres oficinas que estaban cerradas, fueron las que sufrieron mayores daños, entre ellos, la rotura de las puertas para acceder. En la planta baja, destacaba el estado del departamento de Servicios Sociales. Cajones y archivadores abiertos, papeles, carpetas o CD por el suelo apenas dejaban superficie de suelo libre. El alcalde, José Antonio Santiso, incidió en que los ladrones rompieron numerosos sobres situados junto a la documentación relativa a festejos y apuntó que en ninguno de ellos había dinero. El regidor apuntó que con probabilidad los responsables del robo fuesen en busca de efectivo y no les interesase otro material, porque no se llevaron ninguno de los ordenadores del Concello. Tampoco echó en falta documentos.

Santiso atendía ayer llamadas desde el interior de su despacho con la privacidad mermada por un importante butrón en la puerta, de madera. Todo apunta a que los ladrones utilizaron un pequeño radiador para tirarlo contra las puertas -en los casos de Urbanismo y de la puerta interior de Servicios Sociales, de cristal- ya que amaneció fuera de su sitio habitual.