Aprender el abc del desarrollo sostenible salta del libro a la carta en el colegio de Curtis. Este centro participó en una experiencia piloto de la Reserva de la Biosfera para implantar el menú ecológico con ingredientes de proximidad.

El apoyo de la comunidad educativa a esta iniciativa pionera, que todavía no ha conseguido perpetuarse por falta de fondos, ilustra los esfuerzos de docentes y padres por distinguir y revalorizar la educación en el rural. Los escolares participaron en un vídeo para exponer la necesidad de apostar por el mercado de proximidad para el desarrollo sostenible de su pueblo. La comida preparada con productos del entorno no solo es "rica" y "sabrosa", sino que "ayuda al medio ambiente" y a "la economía de la zona".

Este colegio ha salido a la calle con pancartas para combatir los recortes de profesorado que ponen en riesgo la calidad de la enseñanza de la escuela. Su directora, María Jesús Barral, apela a la necesidad de mantener un centro que ofrece a los niños del pueblo medios todavía deficientes en sus respectivas parroquias, como internet, y que funcionan como un foco cultural que les permite acceder a actividades que no ofrece el entorno. "Todos los niños tienen que tener las mismas oportunidades", defiende esta docente, que apela a la necesidad de sacar ventajas de una enseñanza en la que la proximidad es un valor añadido. "Aquí todos nos conocemos y los profesores y padres están muy implicados", destaca.