La recuperación del mirador de A Espenuca, al menos de la parcela que queda justo bajo la capilla, es ya una realidad. Ha sido fruto del trabajo de la Fundación de Custodia del Territorio Fragas do Mandeo, voluntarios y el Concello de Coirós, que ha cedido los terrenos a la ONG para que elimine los eucaliptos y reforeste la zona con arbolado autóctono. Los ecologistas han dado la última pasada a esta parcela de 16.856 metros cuadrados.

Integrantes del colectivo y voluntarios han repasado toda la parcela y arrancado de raíz los rebrotes de eucaliptos. Desde que comenzaron los trabajos de restauración ecológica, Fragas do Mandeo calcula que han eliminado "varios miles" de eucaliptos. "Ahora toca esperar a que crezcan los carballos, castiñeiros, bidueiros, pereriras bravas y sanguiños y los 246 árboles de seis especies autóctonas distintas con que reforzamos la reforestación", celebra la asociación, que acaba de cumplir un lustro.

"Dentro de unos años tendremos un magnífico bosque, porque la naturaleza, cuando le damos la oportunidad, siempre responde", celebra el presidente de la entidad, Fernando Bandín, que agradece el esfuerzo y dedicación de todos los voluntarios.