"He visto muchas vallas de obra, pero como ésta, ninguna. Deben de haberle costado un pastón", señala un residente en el núcleo de Santa Cruz en referencia a las gruesas planchas metálicas, con aspecto de recién compradas, con las que se está tapiando todo el entorno de la parcela del antiguo hotel Maxi, donde se prevé construir un edificio hotelero, aunque a día de hoy se desconoce si será hotel o apartotel. Lo que critican los vecinos, aparte de la pérdida de vistas a la ría desde el parque Luis Seoane y desde la carretera, es cómo se ha hecho este vallado, "encima de la acera", por lo que los viandantes en algunos tramos tienen dificultades de paso.

"Con un carrito o una silla de ruedas por ahí no pasas. A lo mejor la parcela privada llega hasta en medio de la acera, vete a saber", destaca una mujer. El vallado de este solar es tan singular que además de coger acera también ha cogido el panel electrónico municipal, que ahora queda dentro de la parcela privada cuando hasta ahora estaba en la acera.

Las planchas metálicas que se han instalado en todo el perímetro de esta finca van ancladas al suelo con hormigón. Los obreros que estos días realizaron los trabajos de instalación de las planchas, con cortado a radial in situ, también tenían dudas respecto de hasta dónde llegaba la propiedad privada. Al realizar fotografías del interior del solar, desde la acera pública, un responsable de las obras acudió raudo a preguntar por qué y para qué se estaba fotografiando la zona, ya que según aseguró "no se puede fotografiar propiedad privada".

Las obras en la parcela del Maxi se iniciaron el mismo día en el que por fin el Concello dio acceso al expediente de la actuación a la Asociación Santa Cruz Aberta ao Mar. El Concello ya había actuado también con provocación cuando dio un poder al portavoz del BNG para negociar una compra o permuta con el dueño del solar para impedir la construcción.