"Llevo veinte años viviendo aquí y siempre bajamos a los perros a pasear al parque. Nunca hubo ningún problema. Hace unos cinco o seis meses el Concello instaló una señal en esta zona verde que pone prohibido perros. Ahora si los sacas viene la policía", relata una vecina del grupo de viviendas de la urbanización situada detrás de la plaza de Liáns en Santa Cruz.

Estos vecinos, que viven entre la Rúa Atallo y la Rúa do Souto, han empezado a recoger firmas para presentar en el Ayuntamiento de Oleiros, junto con un escrito, por lo que consideran un veto "injusto", que ha generado un malestar y unos problemas que nunca hubo en esta zona. Demandan que se retire ya esta señal.

El Ejecutivo local declaró ayer que la señal de prohibición para los perros se colocó porque existían algunos "vecinos incívicos" que no recogían las heces de sus perros cuando los bajaban a este espacio verde. No hay intención de retirarla.

La zona verde es un espacio libre que en el plan general se llama V-21 y que figura como de 1.600 metros cuadrados aunque en realidad no llega a 1.000 metros cuadrados. En esta área verde hay camelias, un césped impecable y al menos veinte familias con un perro que no puede ni tocar la hierba.

"El jardín está limpísimo, se puede ver. Todos los vecinos recogemos las cacas de los perros, no molestamos ni ensuciamos nada. Muchos los sacan igual a pesar de la señal de prohibición. Yo el mío lo saco atado y siempre voy con una bolsita", declara una señora que reside en una de estas viviendas. La prohibición ha generado muchos insumisos, que siguen llevando a su mascota aunque vengan agentes.

"Esta señal de prohibido perros estaba unos metros más abajo, en otra zona verde, y la subieron para aquí porque una vecina lo pidió. Y esa señora si bajas al jardín con tu perro, te saca fotografías y avisa a la policía, que ya ha estado aquí tres o cuatro veces, que me haya coincidido a mí", señala otra residente.

"Aquí al lado está la plaza de Liáns, donde si pasas por las tardes está llena de niños y de perros, y no hay ninguna señal de prohibición, pueden ir sin problemas, pero aquí una mujer que impuso esta señal ha decidido por todos. Si sacas a tu perro te insulta, a mí me llamó sinvergüenza y me hizo fotos con mi niña y el perro", señala otra vecina.

"Los compradores de las viviendas en su día pagaron, como parte del precio, el acceso a todas las zonas verdes. Ahora, más de veinte familias no pueden sacar sus perros al césped que pagan por mantener, ni sus hijos pueden salir con sus mascotas. La policía aparece dos o tres veces al día, cuando llevamos 25 años sin que los perros molestasen a nadie", denuncia un vecino.