Vecinos de un bloque de edificios en la avenida de Fonteculler denuncian que unas obras que se realizan en el inmueble podrían amenazar la estructura. Estudios técnicos particulares contratados por seis de los residentes en el bloque de viviendas sostienen que "la estructura actual resulta insuficiente para las cargas que se asignan con el uso de trasteros" y que los perfiles de las vigas son en realidad más estrechos de lo que recogía el proyecto de la obra.

Los detractores de las obras han llevado sus quejas a los juzgados, que han admitido a trámite las reclamaciones, apunta su representante legal, María Daviña. Los vecinos sostienen que, de acuerdo a los estudios que contrataron, el "esfuerzo" que supondría para la estructura del inmueble dar uso a los trasteros resultaría "un 46% mayor de lo que resiste la pieza". El informe más reciente contratado por estos vecinos, que data del pasado mes de abril, concluye que "los informes anteriores, que estaban hechos con perfiles equivocados, dejan de ser validos" y que las vigas no resistirían la utilización prevista para el bajocubierta.

Los denunciantes detallan que la comunidad de vecinos pretende que los trasteros puedan utilizarse como cuartos de lavandería. Explican que ya se han iniciado las obras para llevar hasta el bajocubierta las canalizaciones de agua y luz. El último estudio técnico encargado por estos vecinos defiende que "según la interpretación de las normativas de habitabilidad los trasteros tienen un uso únicamente de almacenamiento" y que "este hecho está reforzado por el criterio de las agencias de seguros, que no cubren siniestros producidos por usos indebidos en trasteros". Los vecinos reclaman, por tanto, "prohibir cualquier uso del trastero diferente del de almacenamiento" y "ordenar un estudio de la estructura actual del edificio, con las catas necesarias, para definir inequívocamente su composición".

Los denunciantes aseguran que la comunidad de vecinos "ha ocultado información" al resto de propietarios y que a ellos les ha dificultado el acceso a documentos sobre las obras, obstaculización que han llevado a los juzgados. Los trabajos cuentan con una licencia concedida por el Ayuntamiento, que rechazó el recurso presentado al permiso por los vecinos detractores. El arquitecto municipal sostiene que no ha apreciado ninguna irregularidad en el edificio, asegura el Concello. Los vecinos contrarios a las obras consideran insuficiente la supervisión del Ayuntamiento a los trabajos. Aseguran que han informado al Concello del comienzo de las obras y de los resultados de sus informes sin que el ente local actuase ni inspeccionase los trabajos para comprobar sus denuncias.