O Portancho se ha vuelto a anegar. La pista que une la parroquia abegondesa de Crendes con la de Piadela, en Betanzos, ha sufrido en los últimos días nuevos episodios de un problema que los vecinos y conductores habituales denuncian desde hace más de una década. El Ayuntamiento se muestra dispuesto a cofinanciar las obras de mejora con tal de zanjar el problema, tras años a la espera de soluciones por parte de Emalcsa, responsable del embalse de Cecebre y los terrenos afectados, y Augas de Galicia, a quien la empresa de aguas atribuye la competencia de la obra.

El Concello asegura que asumiría parte del coste de los trabajos si existe una fórmula jurídica que lo permita. Muestra sus dudas sobre la viabilidad de esta opción dado que los terrenos fueron expropiados para que A Coruña construyese el embalse, recuerda el ente local. "En principio el Ayuntamiento no puede realizar una inversión en un terreno que no es suyo, pero si hay una fórmula jurídica que lo permita, estaría dispuesto a cofinanciar los trabajos o hacer lo posible por mejorar esa situación", garantiza el Concello abegondés sobre la vía, que pasa también por terrenos enmarcados en el Ayuntamiento de Betanzos.

La realización de obras para solucionar las recurrentes inundaciones en O Portancho se pactó en 2012 tras reuniones entre responsables municipales, Emalcsa y Augas de Galicia. Pero la competencia sobre la realización de los trabajos ha demorado su puesta en marcha hasta la actualidad. Emalcsa preparó un proyecto para detallar la mejoras en el drenaje y el trazado de la vía, pero asegura ahora que la ejecución de la obra corresponde a Aguas de Galicia, que en su momento argumentó no tener competencia en materia de carreteras. Este diario no pudo conocer ayer la postura actual de la entidad autonómica. Emalcsa asegura que en su día entregó el proyecto a Augas y los concellos, aunque Abegondo niega tener conocimiento.

Vecinos de la zona denuncian el riesgo de conducir con la vía anegada y aseguran que la inutilización de la pista les obliga a realizar un gran rodeo para llegar a puntos clave en las comunicaciones como, por ejemplo, Guísamo. Critican, además, que ninguna administración coloca señales para advertir del estado de la pista en días de inundaciones. Los residentes y conductores asiduos detallan que en los últimos días el nivel del agua era tan elevado que, en los momentos en que no superaba el de la carretera, se encontraba escasos centímetros por debajo del firme. Achacan los problemas a la elevada retención de agua en el embalse, ya que la pista está en terreno pantanoso.