La Consellería de Infraestructuras e Vivenda ha iniciado el proceso de evaluación ambiental simplificada del proyecto de trazado de los dos viales que ha proyectado para descongestionar el tráfico en Costa da Tapia (Cambre): el Vial 11, que une la autopista AP-9 con la Nacional VI y la AC-221 en San Pedro de Nós (Oleiros); y el vial 17, una conexión entre la autopista en O Burgo y la carretera provincial CP-1706 en A Barcala.

En este documento constata la "ausencia de afecciones" de esta obra en humedales, hábitats protegidos, ríos, bosques o el paisaje. Respecto al Vial 17, en agosto del año pasado la Xunta acordó suspender la parte que afecta a Cambre dentro de este proyecto, tras las alegaciones desde este Concello, y también redactar un nuevo trazado que pase por A Marisqueira y no por el Portofaro, como inicialmente se preveía en el Plan Sectorial da Rede Viaria metropolitana de 2003. En cuanto al Vial 17, en este documento hecho público el mes pasado, se indica que es una conexión de 140 metros entre la AP-9 en O Burgo y la zona de A Barcala, donde se va a "preservar la posibilidad de reinstalación de cabinas de peaje".

En este documento se especifica que dichas cabinas "actualmente no son necesarias", pero deben tenerse en cuenta "al tratarse de una autopista de peaje concesionada" y para "cumplir la normativa". En otra página de este documento de inicio de la evaluación ambiental se reitera que se debe "garantizar la posibilidad de que se pudieren reinstalar las cabinas de peaje".

El peaje de A Barcala fue eliminado en la medianoche del 22 al 23 de mayo de 2006, hace algo más de diez años, después de más de una década de lucha. Los usuarios pagaban 20 céntimos por usar este tramo de siete kilómetros. En 2006 se retiraron las cabinas de peaje tras al acuerdo entre la Xunta y el Gobierno central (entonces con Emilio Pérez Touriño de presidente autonómico).

El acuerdo implicó que la Administración se encargase de costear la liberación del peaje, tanto el de A Barcala como el de Rande en Vigo, hasta el año 2049. Debe abonar por este motivo 5,4 millones de euros al año.

El proyecto de nuevos viales que tiene en trámite el Gobierno gallego supondría su construcción reservando espacio para una posible "reinstalación de cabinas".

El Ejecutivo autonómico resolvió en 2012 que no era necesario someter este proyecto al trámite de evaluación de impacto ambiental, pero sí hubo un proceso de exposición al público del plan y de las expropiaciones previstas. En enero de 2015 la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental actualizó el informe original, en base a nueva legislación, y acordó que se sometiese al trámite de evaluación ambiental simplificada, que acaba de abrirse ahora.

El Gobierno gallego en agosto del año pasado, además de suspender el tramo que afectaba a Cambre para diseñar un nuevo trazado de menor impacto, acordó abrir en el futuro un nuevo procedimiento de información al público del proyecto, aunque solo en lo que afecta a Cambre.

Esta evaluación ambiental simplificada concluye que esta obra que implica expropiar numerosos terrenos e incluso casas, muy cerca del Rego de San Pedro, no supondrá ninguna afección directa sobre el hábitat ni la flora. Sobre la incidencia paisajística se afirma que será "baja" por situarse "en un entorno fuertemente modificado por la actividad humana".