La detección de aguas pluviales dentro de la red municipal de fecales ha llevado al Concello de Culleredo a poner en marcha una inspección de las conexiones de los edificios a ambas canalizaciones para comprobar que son correctas y que las aguas no se mezclan.

El Reglamento Municipal de Saneamiento de Culleredo obliga a que todas las edificaciones efectúen una separación de las aguas que vierten, ya que la penetración de las pluviales en la red de fecales obligan al Concello a llevar a cabo un gasto energético suplementario mediante su depuración en la estación de tratamiento de Bens, lo que deriva en un incremento de los costes.

Para realizar las inspecciones, el Gobierno local comunica a los propietarios de todos los edificios la campaña iniciada, al tiempo que les ofrece asesoramiento técnico para que adapten sus instalaciones a la normativa municipal. Una de las actuaciones desarrolladas por el Concello dentro de esta iniciativa es la de los inmuebles de la calle Enrique Tierno Galván, donde se instalaron sumideros para la recogida de aguas pluviales en puntos estratégicos, de forma que recojan las aguas que vierten desde las cubiertas por las bajantes con el objetivo de que no tengan que pasar por el asfalto del vial.

Uno de los edificios de esta calle ya tuvo que acometer el año pasado una obra para conectar de forma correcta las bajantes de pluviales, actuación que fue costeada por la comunidad de propietarios, ya que se trata de una de las infraestructuras del inmueble.