Cuando en Abegondo los futbolistas mayores de 30 años no tenían un equipo que diera continuidad regular a su actividad futbolística y en Crendes se jugaba un partido contra un equipo de otra parroquia por el San Pedro, un grupo de vecinos puso el ojo en un jugador del Brigantium casado con una vecina de la parroquia y le propuso crear un equipo de veteranos allí. Y Xosé Iglesias dijo que sí. Así nació el Club de Fútbol de Veteranos de Crendes, el primero del Concello de Abegondo. Con jugadores de la parroquia, de concellos limítrofes y de A Coruña, el equipo arrancó en 1977 una trayectoria que continúa en la actualidad y que con la nueva temporada cumplirá 40 años.

El primer presidente del club, Alberto Serén, era también el presidente de la asociación cultural de Crendes. Y eso facilitó las cosas. "Fundó conmigo el equipo. Su incondicional colaboración fue de enorme importancia. Nosotros al principio no teníamos equipo ni campo, y nos permitió jugar en el campo de la asociación. El fútbol de veteranos estaba menos rodado entonces. "En aquel momento había dieciocho o veinte equipos en la Asociación de Fútbol de Veteranos de A Coruña, y hoy hay unos sesenta", cuenta Iglesias. Eran menos y, además, menos competitivos, recuerda el fundador, que a sus 76 años todavía usa de vez en cuando su licencia de jugador en la modalidad del superveteranos que tiene el club abegondés. "El hecho de no haber divisiones evitaba fricciones. Al acabar los partidos, los locales invitaban a los visitantes a unos pinchos. Eso duró unos ocho o diez años. Hoy, si lo hace algún equipo, es una singularidad", apunta el futbolista.

La iniciativa de los jugadores motivó también "a algunas de sus mujeres", que "fueron pioneras" en la contratación de un instructor de un ayuntamiento vecino para hacer actividades de mantenimiento físico.

Pasados los años, el equipo se ha consolidado, pese a que los jugadores de hoy son más propensos a quedarse en casa los días de invierno y "menos comprometidos", pero ha ganado "seriedad". El club estudia cómo celebrar sus cuatro décadas de fútbol después de los treinta.