Una antorcha empapada de una mezcla de gasolina con un producto químico y un mechero. Así se inició ayer en el polígono empresarial de Iñás en Oleiros la primera quema controlada en la comarca coruñesa de la hierba de la Pampa como método para tratar de contener su proliferación. El fuego no erradica la planta pero elimina las inflorescencias donde están las semillas y evita que se propaguen, en esta época que está en floración. El Servicio Municipal de Emergencias, en colaboración con la Policía Local, se encargó de prender el fuego a los plumachos que invaden las parcelas vacías de Iñás, uno de los lugares donde la Xunta ha autorizado la quema controlada junto con unas parcelas municipales en Canide.

"Estamos probando otro sistema más, si es efectivo, sobre todo porque en esta zona no se podía utilizar herbicida porque hay regatos", destacó ayer Juan Suárez, coordinador de Emergencias, que desplegó un dispositivo de seguridad alrededor de las parcelas. El fuego no está recomendado para el control de la cortaderia selloana porque no la mata y sí elimina el resto de vegetación y el plumero tiene más terreno para invadir. Por eso ayer se controló con mangueras de agua que solo quemase la planta invasora. "No es la solución definitiva, pero ahora requeriremos a los dueños de las parcelas que arranquen las raíces, les allanamos el trabajo", declaró el alcalde, Ángel García Seoane. El gerente de Servicios Ramón Martín Palma, recordó que una brigada municipal revisa cada día los bordes de las vías para eliminarlos.