La empresa concesionaria hasta la semana pasada del servicio de lacería en el Consorcio As Mariñas, Servigal, alerta de que los servicios prestados en 2015 fueron un 113% superiores a los previstos en las estimaciones disponibles cuando se firmó el contrato, en 2011. La exconcesionaria, con quien el ente comarcal acaba de rescindir el contrato de mutuo acuerdo, solicitó un aumento de 70.000 euros anuales en el canon que abona el Consorcio para reequilibrar la concesión tras registrar 72.000 euros de pérdidas en el servicio el año pasado. El Consorcio, sin embargo, atribuye las pérdidas a un error en los cálculos efectuados por la empresa al inicio del contrato y rechaza parte de sus argumentos, motivo por el que descartó incrementar el canon y optó por rescindir la concesión.

La empresa detalla en un informe que el desequilibrio de la concesión en 2015 la obligó a "recurrir a financiación bancaria para cumplir con las obligaciones de pago". Precisa que en 2015 el gasto de explotación de la actividad ascendió a 137.018 euros, un 113% más de lo previsto, mismo porcentaje que aumentó el número de animales recogidos, que ascendió a 1.870 frente a los 800 que se estimaba al principio de la concesión. En el informe en el que Servigal solicitó el reequilibrio de la concesión o, en su defecto, su rescisión, Servigal argumenta también que el aumento del personal con respecto al proyectado en los pliegos de contratación del servicio (cinco laceros en lugar de dos y un veterinario a jornada completa en lugar de a media jornada), los gastos de alimentación y cuidado de los animales, el pago y mantenimiento de las instalaciones compradas para albergarlos en lugar de alquilar o el incremento de las facturas de teléfono conllevaron unas pérdidas de 72.000 euros el año pasado.

El informe elaborado por el gerente del Consorcio, sin embargo, replica que el proyecto licitado "ya se presentó con las instalaciones que actualmente cuentan en servicio", en Limiñón, y que "quedó explícitamente indicado" que las instalaciones no se destinarían en exclusiva al Consorcio ni revertirían al organismo al término del contrato, por lo que entiende que "la amortización de las instalaciones es responsabilidad de la empresa". Señala también que el personal actual "ya estaba cuantificado en inicio" y que se podría optar por una tarifa plana para ahorrar en teléfono y sostiene que, igual que aumentaron los servicios, también las tasas, por lo que apunta a "un error en el dimensionamiento inicial del servicio" y resuelve que "desde el punto de vista técnico no se considera admisible ni asumible".