Dos años después de aprobar en pleno una moción del BNG para cumplir la ley de la memoria histórica, el Gobierno local de Coirós ha elaborado el proyecto para retirar la cruz de los caídos anexa al Consistorio. El Concello valora los trabajos en 6.000 euros, que incluyen también la eliminación de un pozo ubicado en el entorno de la pequeña explanada anexa al Ayuntamiento.

El alcalde, el popular Francisco Quintela, ha incluido los trabajos en el presupuesto de 2017 a petición de los nacionalistas, que en los últimos dos años han preguntado en todos los plenos ordinarios por los plazos que maneja el Ejecutivo para retirar este monumento que exaltan la sublevación militar y la represión de la dictadura y que ha sobrevivido diez años a la ley de la memoria histórica.

El regidor avanzó ayer a este diario que cederá la cruz a la Iglesia por petición expresa del párroco. Francisco Quintela ignora qué hará con la placa que homenajea a los caídos y no aclara de momento si la destruirá o la cederá a algún museo. El cura explicó ayer a este medio que tiene previsto "reciclar" la cruz como altar en la procesión del Corpus y recalcó que solo pretende reutilizar la cruz, no la placa franquista. "Sería una pena tirar la cruz, está hecha con buen material, es granito", explicó.

La retirada de la cruz de los caídos ha llevado su tiempo y no es la única honra franquista de Coirós que se resiste a pasar a la historia. Este pequeño municipio rural también se resiste a borrar el yugo y las flechas de la fuente del Castrillón y a retirar el monumento a los "mártires" en el atrio de Santa María de Ois. En este último caso, el Gobierno local defiende que no puede ordenar la retirada de símbolos en terrenos privados de la Iglesia.

Aunque ha accedido a retirar la cruz de los caídos, el alcalde incidía ayer en el malestar de parte de la población por la supresión del monumento franquista, especialmente los familiares de los homenajeados en la placa. Desde el BNG se muestran mucho menos tibios a la hora de urgir a la retirada la simbología franquista "La retirada de la simbología franquista es una cuestión de dignidad y de reparación de las víctimas de la dictadura", incidía nuevamente ayer la portavoz del BNG, Pura Ferreño.