Los vecinos de la calle Maizales, en Vilarrodís, se han acostumbrado a vivir en una calle que está parcialmente cerrada debido a las grandes grietas que aparecieron hace ya varios años en un tramo que está situado encima de un muro de contención. El Concello instaló en 2011 unas vallas para impedir el acceso a lo largo de 100 metros y desde entonces la calle ha estado así. El arreglo del vial sigue sin llegar pese al anuncio del concejal de Obras, José Ramón Amado, de que se acometería el arreglo el pasado verano. El motivo de que el Concello no haya empezado las obras de reparación es que el tramo final de la calle Maizales no aparece recogido en el planeamiento municipal, con lo que no se puede actuar allí.

En la carretera hay una larga grieta que ha levantado parte de la acera y de la valla que hay encima del muro de contención. También hay varias brechas en la calzada por las que han crecido varios plumachos plumachosy otras plantas. La zona vetada a los vecinos ocupa una acera y un carril de circulación. La otra parte de la calzada está abierta al tráfico. Este vial lo construyó la empresa Proanje, que también edificó 55 viviendas. El Concello considera que la aparición de grietas se debe a una deficiente ejecución de las obras y por eso se quedó con el aval de 13.400 euros que depositó en su día la empresa.

El edil de Obras explica que el tramo final de esa calle no aparece en el planeamiento municipal. Solo figura suelo rústico. "Esos terrenos nunca fueron cedidos. Ese muro no existe", indica Amado. Se trata de una vía privada. Los edificios con los números 142 y 144 tienen acceso a la parte del vial que es del Concello, pero el edificio denominado Jesan dispone de una entrada en la parte privada de la calle Maizales. Por el momento el Concello enviará a técnicos de Urbanismo a hacer un reconocimiento del lugar para después estudiar si puede asumir la titularidad de la carretera.

Uno de los problemas que detectó el Ayuntamiento es que en el lugar había corrientes de agua que erosionaron el terreno sobre el que se asienta el muro de contención que sostiene la calle Maizales. Esto agravó el problema existente. La Asociación de Vecinos Manuel Murguía ha demandado en varias ocasiones la reparación del vial. La última fue en 2015, cuando la entidad remitió un escrito por escrito.