Los tres grupos que conforman el Gobierno local de Sada acordaron ayer los cambios en el plan general para su aprobación definitiva por parte de la Xunta. El acuerdo llega después de que el documento urbanístico tensase la cuerda entre Sadamaioría y el BNG, que llegó a amenazar con no dar apoyo al PGOM.

El Ejecutivo municipal emitió ayer un escueto comunicado para informar del acuerdo y avanzar que, una vez recabados los informes técnicos pertinentes, elevarán a pleno el nuevo documento, que deberá disponer del apoyo del PP o PDSP para quedar aprobado provisionalmente.

"El acuerdo alcanzado es el resultado de un proceso de negociación en el que se fueron solventando las distintas propuestas y alternativas, llegando al respaldo unánime a un documento que va a permitir avanzar en un modelo de desarrollo urbanístico y territorial de Sada asentado en el respeto a la sostenibilidad ambiental y a las demandas de las necesidades de infraestructuras y dotaciones del municipio", se limita a decir el Gobierno local en un comunicado remitido a los medios.

El tripartito evitó ayer ofrecer más datos sobre los cambios introducidos en el documento urbanístico, que esperaba elevar a pleno ya el mes pasado y cuya presentación se demoró finalmente por las diferencias de criterio entre BNG y Sadamaioría.

La ordenación del pazo de Meirás y su entorno fue uno de los motivos de discrepancia entre los socios de Gobierno. El BNG cuestionó la zona verde prevista alrededor del monumento y el precio de los terrenos, parte de ellos propiedad de los herederos del dictador Francisco Franco, al igual que la casa extramuros que el PGOM preveía convertir en un centro sociocultural. El Ejecutivo llegó a un principio de acuerdo para reducir la estimación de los costes de la expropiación de los terrenos y también para introducir algunos cambios en la ficha de cara a favorecer la devolución gratuita del pazo. Según ha podido saber este diario, los tres grupos han pactado reducir también finalmente la extensión del parque previsto en el entorno del monumento.

Otro punto de discrepancia entre los grupos giraba en torno a la inclusión o no del trazado del controvertido túnel de Fontán para enlazar la vía ártabra con el puerto. Todas las formaciones coincidían en rechazar esta actuación, pero el BNG se mostró más crítico con la inclusión, mientras que desde Sadamaioría argumentaban que la Xunta obligaba a incluir el trazado por tratarse de un proyecto supramunicipal.

El Gobierno local tiene previsto informar durante los próximos días de los principales puntos de acuerdo y de los cambios introducidos en el plan general, buena parte de ellos ordenados por la Consellería de Medio Ambiente e Territorio, como la reducción del suelo de núcleo rural.