La fábrica de la luz de Betanzos, el edificio modernista diseñado por Rafael González Villar, podría tener los días contados. Gas Natural Fenosa ha solicitado licencia para demoler este inmueble de su propiedad, que ha sido víctima de un progresivo deterioro pese a las reiteradas demandas de protección.

Un portavoz de la compañía explicó ayer a este diario que un equipo de peritos ha constatado el mal estado de la estructura y del subsuelo del edificio. "Existe un importante riesgo de derrumbe y la seguridad está por encima de todo", argumentan desde Fenosa, que recalcan que han iniciado el procedimiento de demolición "por seguridad".

La antigua fábrica de la luz carece de ningún tipo de protección pese que todos los grupos de la Corporación Local han reivindicado la singularidad y el valor patrimonial e histórico de este edificio modernista diseñado por el mismo arquitecto que ideó el Kiosko Alfonso, el sanatorio de Cesuras o las escuelas García Naveira.

El alcalde de Betanzos, el socialista Ramón García, avanzó ayer que intentará evitar la demolición de este emblemático inmueble alegando que el Concello ha solicitado su inclusión en el Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia. La catalogación de este edificio fue aprobada por unanimidad en el pleno el pasado septiembre de 2016 a solicitud de Betanzos Novo. No era la primera vez que la Corporación debatía sobre la necesidad de proteger el edificio para combatir su ruina. Durante los pasados mandatos el BNG reclamó insistentemente su inclusión en el catálogo del patrimonio. También el PP exigió medidas para frenar su deterioro.

El Concello insto en 2015 por carta a Fenosa a actuar ante el "abandono evidente" del edificio. En respuesta al requerimiento, la compañía limpió el entorno de la fábrica de la luz, realizó mejoras en el cierre perimetral y adoptó una serie de medidas para garantizar la seguridad. El Gobierno local dio por válidos los trabajos realizados y culpó a la oposición de frenar la catalogación de este inmueble modernista por votar en contra de la aprobación inicial del plan general. El BNG criticó ayer en el pleno al Gobierno local por ignorar desde hace años sus peticiones de proteger este "edificio único" y limitarse a presentar hace mes y medio una solicitud incompleta para su declaración como patrimonio industrial. "Ahora hay un peligro cierto de que la empresa pueda demolerlo porque no está protegido", censuró ayer el nacionalista Henrique del Río.