El Gobierno central, al ser preguntado hace unos días en el Congreso por el grado de ejecución del Plan de Aislamiento Acústico del Aeropuerto de Alvedro en Culleredo ha asegurado que ya se han hecho obras en el 74,2% de las viviendas que se determinaron como afectadas.
El Ejecutivo estatal subraya también que las obras de insonorización se comenzaron en 2010 y una vez terminado el 2016, la inversión total en esta actuación ha sido de 3,9 millones de euros. El mayor gasto se hizo precisamente el año pasado con dos millones de euros.
El Estado no ha especificado cuánto invertirá este año 2017 en el plan de insonorización porque solo ha consignado una cifra global para todos los aeropuertos españoles, que en total suma 18 millones, sin que por ahora dé a conocer la partida exacta para Alvedro.
El Gobierno subraya que de las 1.552 viviendas que "han acreditado el cumplimiento de las condiciones necesarias para su inclusión en el plan se han realizado mediciones en 1.236 de las cuales 67 corresponden a la última campaña de mediciones", realizada el pasado mes de enero. Está previsto continuar con estas mediciones según las solicitudes que se vayan presentando. Añade que el número de casas en las que se ha solicitado actuaciones de aislamiento acústico "ha sido de 1.568 de las cuales 1.552 han acreditado sus propietarios el cumplimiento de las condiciones necesarias" para su inclusión en este plan.
El Ejecutivo agrega también que de las 628 en las que hasta ahora se ha determinado la necesidad de ejecutar actuaciones, en 381 AENA ya ha finalizado los trabajos de insonorización y están en ejecución otras 85.
Sentencia de la expropiación
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha rechazado el recurso presentado por la sociedad Almeiras 2001 SL que fue expropiada para ampliar la pista de vuelo de Alvedro. La empresa impugnó la valoración del terreno que le expropiaron, 148.638 euros, y reclamaba que la tasación real de la finca era de casi un millón de euros, concretamente 977.395 euros. La sociedad destacó que el terreno formaba parte de un conjunto que incluía casa solariega y capilla así como edificaciones anexas de cantería.
El TSXG determinó que la construcción singular en realidad está en ruina física y las construcciones anexas que se alegaban, según el perito, "no existen".
