El Concello de Arteixo ha iniciado los trámites para modificar los usos del antiguo vertedero de Monticaño con el fin de construir un parque público que albergue un anfiteatro, un aparcamiento y varios caminos. El proyecto acaba de entrar en el trámite de evaluación ambiental. Ahora la Xunta deberá decidir en los próximos meses si da el visto bueno al proyecto elaborado por el departamento de Urbanismo.

Arteixo tramita este documento con el objetivo de eliminar la clasificación del suelo como zona de Infraestructuras de Defensa que aparece en las normas subsidiarias municipales de 1995. La zona de afección militar se suprimió en 2006, pero sigue sin estar reflejada en el documento urbanístico municipal.

Actualmente el vertedero está clasificado en parte como suelo rústico y otra como zona de Defensa. El proyecto que el Concello ha presentado a la Xunta también servirá para autorizar el uso de zona verde en este recinto, que continuará como una parcela de titularidad privada de uso público.

El vertedero está situado en las proximidades de las baterías militares que el Gobierno central instaló en 1930 para defender la costa entre Caión y Ferrol. No hay ninguna actividad militar desde hace décadas. El basurero se encuentra ubicado en terrenos de propiedad del Ministerio de Defensa que están cedidos al Concello de Arteixo desde finales de la década de 1990.

La propietaria del antiguo basurero, Coacón (actualmente Cespa), ya ha completado el sellado tras la orden judicial que anuló la licencia de actividad del vertedero y obligó a ejecutar el sellado de los residuos allí depositados. La Justicia obligó al Ayuntamiento y a Cespa a costear a partes iguales la regeneración de la escombrera.

La empresa ya elaboró y entregó al Concello en 2015 el proyecto de restauración del vertedero. El coste de los trabajos asciende a 1,1 millones de euros. La obra incluye dos aparcamientos (uno en el acceso de Pastoriza y otro en Suevos), un anfiteatro al aire y una plaza para realizar actos públicos. El proyecto propone la creación de tres miradores para ver la zona de A Coruña y el puerto de punta Langosteira.

El Concello envió un escrito, con fecha de 18 de abril, al Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de A Coruña para informar de que había asignado a "un arquitecto superior" del Concello la redacción de un "plan especial de infraestructuras" para convertir el vertedero en un parque, según figuraba en la comunicación enviada por Ayuntamiento al juzgado. El pasado 2 de junio el Concello envió el proyecto a la Consellería de Medio Ambiente, que ayer expuso el proyecto en su página web. Este organismo deberá decidir si somete el plan al procedimiento de impacto ambiental.

La ilegalización del vertedero de Monticaño parte de una denuncia de 2004 de la compañía Xiloga, que estaba dedicada a la gestión de residuos industriales. Esta empresa denunció al Concello de Arteixo y a la empresa gestora del basurero al entender que los permisos, tanto el de instalación como el posterior de ampliación, vulneraban la normativa urbanística en vigor.

El juez dio la razón a Xiloga al entender que la licencia que permitió crear la instalación fue concedida en 1998 para la "regeneración de los terrenos afectados por labores extractivas" y no para el depósito de residuos. El Concello intentó legalizar sin éxito las obras de ampliación con una modificación urbanística que fue rechazada por la Xunta.

El proyecto que el Concello tramita para convertir el vertedero en un parque se une al plan que tramita la Autoridad Portuaria de A Coruña con el fin de reclasificarlo como suelo rústico y permitir la ampliación de la zona como espacio de ocio y construir el centro de interpretación del castro de Cociñadoiro. Este plan todavía no ha sido aprobado.