Cuesta olvidar el estado en que la Policía Local de Bergondo y los trabajadores de Servigal hallaron a Marley el pasado abril. Este pequeño perro mestizo se encontraba en una situación tan lamentable que a los agentes y efectivos de lacería les costó incluso distinguir dónde estaba las cabeza y dónde la cola. Marley era solo una bola de pelo, una maraña de rastas indomables entremezcladas con porquería acumulada durante meses.

Los policías encontraron a este perro de escasos dos años atado a la verja de entrada a una finca en el lugar de Raxás, solo, junto a un plato con restos de comida. "Creemos que estuvo amarrado todo este tiempo encima de su propia porquería, al principio no había quién se acercase, se revolvía al menor intento de tocarle", recuerdan desde Servigal, la empresa que presta el servicio de lacería en la comarca. Sus trabajadores relatan que el animal estuvo sometido a una situación tan continuada de maltrato que se vieron obligados a sedarle para poder lavarlo, cortarle el pelo y desparasitarlo.

Hoy este precioso mestizo comienza una nueva vida. Una familia de Miño ha adoptado a este can, que precisó de lo cuidados especiales de los veterinarios y cuidadores de Servigal para reponerse de su situación de extremo abandono.

Una pareja con dos niños mostró su interés por adoptarlo tras leer su historia en los medios de comunicación. "De estar amarrado y vivir sobre su propia porquería, ha pasado a contar con un espacio pensado para él y a disfrutar de un ambiente familiar en el que podrá jugar con dos peques que, a buen seguro, tendrán en él un insuperable compañero de juegos y carreras en breve", celebran desde Servigal. Poco a poco, Marley se acostumbra a las caricias y disfruta de los juegos con los pequeños, aunque las secuelas del abandono todavía son visibles en unos ojos que no pueden evitar mirar con recelo a los desconocidos. Desde Servigal inciden en la necesidad de dar a conocer historias como la de este perro para concienciar contra el maltrato animal y, también, facilitar su adopción y una segunda vida.