La Guardia Civil detuvo ayer por la tarde a un hombre en un chalé que hay en el núcleo de Vilaverde, en la zona de O Castelo del monte Xalo, acusado de tener una plantación de marihuana en la vivienda en la que residía de alquiler.

Los agentes estuvieron durante toda la tarde de ayer realizando el registro de la vivienda en la que se incautaron de numerosas plantas de marihuana y también cogollos de cannabis. El registro duró varias horas, ya que los agentes tuvieron que revisar todas las habitaciones y armarios en busca de más lugares en los que pudiesen crecer plantas de marihuana.

El hombre pasará en las próximas horas a disposición del juzgado que, durante esta semana, ejerza las funciones de guardia, donde probablemente será acusado de haber incurrido en un delito contra la salud pública con sustancias que no causan grave daño a la salud, ya que, según fuentes cercanas a la investigación, sospechan que el ahora detenido se dedicaba al cultivo y la distribución de la marihuana en la zona.

El hombre tenía, según fuentes de la investigación, la casa dividida en tres zonas diferenciadas, una para secadero de los cogollos de marihuana; otra para la cría de plantas madre -que son los ejemplares de los que salen los esquejes que se cultivan para obtener los cogollos que, más tarde, servirán para consumir- y otro espacio para la floración. El proceso estaba profesionalizado, según fuentes cercanas a la investigación, ya que la casa contaba con hasta once lámparas para iluminar a las plantas y para que éstas creciesen cuanto antes -se les suelen poner 18 horas de luz al día- y, además, los agentes descubrieron un sistema de plantación hidropónico, es decir, que no necesita de una parcela de tierra para que las plantas crezcan, sino que se utilizan materiales como la lana de roca o el coco para controlar en todo momento los nutrientes que recibe la planta y también porque este sistema aumenta la vigorosidad y la producción.

9

Detenido por cultivar marihuana en un chalé del Xalo

La investigación de la Guardia Civil comenzó por las quejas vecinales. Sobre las diez de la noche, el detenido fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Culleredo para prestar declaración, aunque fuentes cercanas a la investigación aseguran que se acogió a su derecho de guardar silencio.

Hasta la zona se desplazaron también los miembros de Protección Civil, ya que el hombre detenido tenía unos perros a su cargo de los que, finalmente, se hicieron responsables unos familiares.