La idea surgió a comienzos de este año como forma de compensar a los vecinos con propiedades en el Monumento Natural Costa de Dexo-Serantes, ya que al ser una zona protegida tienen muchas restricciones. Ahora el Gobierno local ya tiene en preparación una ordenanza que llevará a pleno para regular la compra de árboles de interés paisajístico y ecológico y pagar a sus propietarios el precio de mercado, lo que le pagaría "un maderista", según aseguró ayer el alcalde, Ángel García Seoane.

La medida se toma inicialmente en la Costa de Dexo-Serantes pero según el Ejecutivo local se podrá aplicar también "en otras áreas verdes del municipio". García Seoane explicó que los propietarios de este entorno protegido sí pueden vender y talar los eucaliptos, al ser una especie foránea, pero no los ejemplares autóctonos, como por ejemplo un grupo de casi centenarios pinos. El Concello de esta forma compra un seguro contra la tala y el vecino particular vende un arbolado e ingresa unos beneficios, sin talar nada.

Los propietarios seguirán siendo titulares de sus terrenos, solo determinados ejemplares de árboles serán propiedad del Concello. Se adquirirán ejemplares de gran porte, de especies autóctonas y que estén en lugares destacados.

El Gobierno local intentó varias veces, con distintas iniciativas, buscarle a los vecinos usos rentables y compatibles con la protección de este entorno. Organizó charlas con emprendedores que en otros lugares de Galicia consiguieron poner en marcha proyectos sostenibles como la cría de cerdo celta o de caballos, la apicultura, la generación de biomasa o la producción de setas.

El regidor apuntó en una ocasión que había un proyecto de un empresario para abrir en esta zona de Dexo una especie de granja de cría de caballos y otra vez llegó a anunciar que una empresa ligada a Inditex había planteado un proyecto para plantar árboles en Dexo, encargarse de su mantenimiento durante veinte años y vender la madera. Una parte de los ingresos sería para los propietarios de las tierras, que no perderían la titularidad, y otra para la empresa. De momento ninguno de estos proyectos ha ido adelante, mientras que regular la compra de árboles parece que ya tendrá su propia normativa.