La Dirección General de Tráfico ha instalado un radar en un punto negro de la AC-840 a su paso por el municipio de Oza-Cesuras. La DGT ha instalado el aparato para controlar la velocidad a la altura del punto kilométrico 14.500, en el lugar en el que falleció un motorista en octubre de 2016.

La instalación de este radar fue una de las medidas reclamadas por la asociación de vecinos de Filguera de Barranca, que mantuvieron un encuentro con la conselleira de Infraestruturas en noviembre de 2016 y se comprometió con los residentes a reclamar a la DGT su instalación.

Tras esta reunión este tramo de curvas de la AC-840 registró nuevos accidentes mortales que avivaron las protestas. Entre diciembre de 2017 y enero de 2018, dos personas fallecieron en sendos accidentes y la Guardia Civil reforzó los controles en esta zona, en el que está fijada una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora.

Demanda de sendas

La instalación de un radar no es la única reclamación vecinal. Concello y vecinos han reclamado también otras mejoras en este tramo de curvas sinuosas. Los residentes en Filgueira de Barranca remitieron una carta en exigían que se limitase la velocidad en la zona, la construcción de una senda peatonal en uno de los márgenes.

Su reclamación fue secundada por la Corporación local, que aprobó una moción para exigir medidas que garantizasen la seguridad de los residentes en sus trayectos a pie.