En la resolución de apertura del expediente de Bien de Interés Cultural, la Dirección Xeral de Patrimonio repasa las transformaciones que registró La Terraza desde su construcción en 1912 hasta la actualidad. Las siete vidas de este kiosko de refrescos y golosinas reconvertido en restaurante han sido explicadas por detalle por los arquitectos José Ramón Soraluce y Laura Bouza en su estudio As sete terrazas de Sada.

A lo largo de los años, este edificio ha sufrido importantes modificaciones estructurales y ornamentales y la Xunta plantea acometer una restauración "que permita recuperar aspectos de color y diseño de los cuales se conservan los datos originales". "Muchas actuaciones previas ya modificaron sus acabados y sus elementos ornamentales. Algunos de ellos deberían ser objeto de completa revisión o sustitución en el marco de un proyecto de restauración complejo", plantea la Dirección Xeral de Patrimonio en su resolución.

Los técnicos autonómicos destacan que durante las últimas décadas se realizaron intervenciones en La Terraza "de carácter pragmático" para "prolongar la vida" de un edificio que fue diseñado inicialmente con un carácter efímero. Sostienen que en algunas reformas se siguieron "premisas más utilitaristas y económicas, sin referencias reales al concepto artístico y arquitectónico original", aunque "sin deturpar sus valores y su singularidad".

Un "superviviente único"

La Xunta ha basado su dictamen para declarar BIC La Terraza en un estudio arquitectónico del Consello da Cultura Galega de 2011 que incidía en su valor cultural, artístico, entográfico y social. Patrimonio corrobora ahora que se trata de un bien excelso de Galicia, dado que representa "un caso único de conservación de inmuebles de esta tipología y función en la comunidad autónoma". "Es un superviviente único y singular, un ejemplo de arquitectura recreativa ligada al ocio que sobrevivió a la desaparición casi absoluta de sus coetáneos de vida efímera", destaca.

Patrimonio destaca la calidad de su diseño, el ejercicio artesanal de producción de las piezas, su "hermosa y delicada formalización, sensible y cálida". Destaca también su "gran aprecio a nivel social".