Las organizaciones Greenpeace y WWF exigen a los miembros de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) la adopción de medidas extraordinarias que eviten el colapso de la pesquería de atún rojo, como consecuencia del altísimo porcentaje de pesca de juveniles de esta especie (menores del tamaño legal permitido en el momento de captura) en aguas mediterráneas, cuyo destino son las granjas de engorde en España.

Entre julio de 2008 y mayo de 2009, el 46% del atún rojo vendido en fresco en el mercado japonés, procedente de granjas de engorde, eran juveniles en el momento de su captura, según certifica la consultora independiente ATRT S.L.

La investigación realizada por esta entidad demuestra que un elevado porcentaje de las capturas de atún rojo en el Mediterráneo son realizadas por modernos cerqueros altamente tecnificados y transferidas a granjas donde son engordados entre cuatro y diez meses hasta que se sacrifican y se venden en Japón.