El último secuestro marítimo del año en el Índico tiene víctimas gallegas. Un buque pesquero de Mozambique, capitaneado por dos marineros gallegos y con 14 tripulantes, ha sido capturado por piratas somalíes en aguas cercanas a Madagascar, según información de la misión de la Unión Europea contra la piratería en el océano Índico, EU Navfor-Atalanta. Responsables de la operación europea confirmaron, a través de un comunicado, que la embarcación, cuya desaparición había denunciado previamente su propietario, fue atacada por piratas cuando se encontraba cerca de la costa de Mozambique. Oficialmente no se ha facilitado ningún dato sobre la empresa armadora ni la nacionalidad de la tripulación.

Este secuestro culmina la ofensiva pirata a los atuneros españoles durante los últimos meses del año pasado, que lograron eludir a sus captores gracias a los disparos de intimidación que realizó la seguridad privada que viajaba a bordo de los atuneros.

El pesquero Vega V fue visto por última vez a unas 200 millas náuticas al suroeste de las Islas Comoras, cerca la costa mozambiqueña, cuando navegaba en dirección norte y era remolcado por lo que parecía ser un esquife, una embarcación utilizada por los piratas somalíes. El buque no respondía a las llamadas que se realizaron y los encargados de la operación Atalanta no han conseguido mantener ninguna otra comunicación con el pesquero secuestrado.

El Vega V tiene una capacidad de carga de 140 toneladas y una longitud de 24 metros, y no ha trascendido si llevaba seguridad privada a bordo, si bien parece poco probable ya que faenaba en los caladeros mozambiqueños, donde habría sido sorprendido por los piratas. Su puerto base está en Mozambique, y en el año 2005 faenaba con licencia concedida a la empresa Efripel, firma que poco después fue adquirida por Pescamar, filial del grupo Pescanova.

Pescanova, a través del jefe de su gabinete de comunicación, informó ayer a este periódico de que el pesquero capturado "no pertenece ni a Pescanova ni a ninguna de sus filiales", precisando que Efripel es una empresa del Gobierno de Mozambique.

El asalto al Vega V fue el último de los piratas somalíes en 2010, pero el primero del nuevo año no se hizo esperar y se produjo horas después. Se trata del carguero argelino Blida, abordado a unas 150 millas al sureste del puerto omaní de Salalah, en el Índico.

El Blida lleva 27 tripulantes a bordo, argelinos, ucranianos y filipinos, según Atalanta, que indicó que son 28 los barcos y 654 los rehenes que retienen ahora los piratas somalíes, cifras distintas de las que maneja la organización de seguimiento de la navegación, la pesca y la piratería Ecoterra, que contabiliza pequeños barcos y pesqueros de países de la región que no entran en la lista europea. Esta organización señala que los piratas retienen un total de 44 barcos y 771 rehenes.

Los elevados rescates pagados para la liberación de los barcos, cientos de millones de dólares en los últimos cinco años según la ONU, hacen que los piratas somalíes cuenten con mejores medios y una organización y redes de información más preparadas.

Los ataques de estos piratas, que utilizan para los abordajes pequeños esquifes rápidos, apoyados por buques nodriza, se registran cada vez más lejos de sus refugios en la costa somalí. En el Índico han llegado a actuar hacia el este más cerca de la India que de sus refugios en la costa somalí y por el sur en las cercanías de Mozambique, las islas Comoras y Madagascar.