Dos marineros de Malpica fallecieron ayer y otros cuatro pudieron ser rescatados tras el naufragio de la embarcación en la que faenaban dos millas al norte de punta Langosteira y ocho al oeste de A Coruña. El accidente del cerquero Nuevo Luz -con base en Malpica pero matriculado en Viveiro- se produjo a las siete de la mañana tras sufrir varios golpes de mar mientras la tripulación recogía el aparejo, momento en el que el barco sufrió una gran entrada de pescado y agua, según fuentes cercanas a los cuatro supervivientes. Ninguna fuente oficial confirmó sin embargo esta versión.

Los fallecidos son José Enrique Carril Rojo, de 45 años, que estaba soltero, y Santiago Manuel Varela Veiga, de 40, que estaba casado y tenía dos hijos de 13 y 19 años. Los rescatados son el patrón y armador del buque, Marcos Alfeirán Rodríguez, de 28 años, y los marineros Manuel Garrido Ourens (53), José Fernando Garrido Varela (32) y Alberto Costa Añón. Los seis son vecinos de Malpica.

El Nuevo Luz salió a faenar a última hora del jueves pese a que había alerta amarilla por viento y olas de hasta tres metros. En la madrugada del viernes descargó en la lonja de A Coruña sus primeras capturas de sardina y jurel, realizadas cerca de la Torre de Hércules. Después el pesquero volvió a largar el aparejo en las proximidades de punta Langosteira, donde se produjo el siniestro, en la zona conocida como Mar do Monte.

A las 06.56 horas Salvamento Marítimo recibió la alerta de la radiobaliza del buque, aunque sin comunicación previa por radio. El centro local de salvamento de A Coruña puso en marcha el dispositivo de rescate y alertó a los buques que se encontraban faenando en las proximidades del siniestro. La torre de control de A Coruña movilizó a la embarcación de Salvamento Marítimo Guardamar Concepción Arenal y al helicóptero con base en Alvedro Helimer 211. Al operativo se sumaron las embarcaciones de pesca Borrasca Primero, Ribeira Tercero y Martín Daniel, de Corme, Laxe y Malpica.

Un fallo para determinar las coordenadas exactas del naufragio provocó el retraso de la llegada de las unidades de rescate a la zona, que se produjo una hora después de conocerse el accidente. El primer pesquero en alcanzar la posición del Nuevo Luz, que ya se había hundido, fue el volantero de Laxe Martín Daniel. Tras avistar el aparejo y una mancha de gasoil, los marineros del barco localizaron el cadáver de uno de los dos fallecidos y procedieron a subirlo a bordo. Al terminar la operación vieron el cuerpo del otro marinero muerto y lo subieron también a bordo. Mientras, la Guardamar Concepción Arenal subió a bordo a dos tripulantes que se encontraban dentro de una balsa salvavidas y los pesqueros Ribeira Tercero y Borrasca Primero rescataron a los otros dos supervivientes, que permanecían agarrados a una boya y a un trozo de madera. Según explicaron los dos marineros, permanecieron casi una hora agarrados junto a los dos compañeros fallecidos a la espera de que llegasen los efectivos de rescate.

Las víctimas y los cuatro supervivientes, con síntomas de hipotermia y heridos leves, desembarcaron en el puerto coruñés de Oza pasadas las 09.00 horas, desde donde fueron evacuados al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Ninguno de los heridos presentaba ya síntomas de hipotermia cuando llegaron al centro sanitario pero los facultativos decidieron realizarles varias pruebas radiológicas, según explicaron la coordinadora de Urgencias, Carmen Pita, y el director asistencial del centro, Santiago Ares. Horas después, a las 12.00 horas, los profesionales del Chuac decidieron dar el alta a uno de los marineros, José Fernando Garrido, y dejar en observación a los otros tres hasta la mañana de hoy, cuando está previsto que reciban el alta.

Los cuerpos de los dos fallecidos fueron trasladados a primera hora de la tarde al tanatorio de Malpica tras la práctica de las autopsias y está previsto que sean enterrados a las cuatro y media y las seis de la tarde en Cerqueda y Santiso, sus parroquias de origen. Al complejo hospitalario coruñés se acercaron numerosas autoridades y conocidos de los marineros para conocer su estado y esclarecer las circunstancias del suceso. Las conselleiras do Mar, Rosa Quintana, y Sanidad, Pilar Farjas, visitaron a los supervivientes y sus familiares antes de explicar que, según el testimonio de las víctimas, el vuelco fue "muy rápido".

La responsable de la política pesquera gallega reveló que el patrón y armador del buque, Marcos Alfeirán, le transmitió la necesidad de continuar con los cursos de supervivencia porque gracias a ellos "están vivos". "Los cursos les ayudaron a mantener la calma para reaccionar y tener la tranquilidad de esperar a que saltase la lancha salvavidas", comentó Quintana. Junto a las conselleiras de Mar y Sanidad se desplazaron al hospital el delegado de la Xunta en A Coruña, Diego Calvo, el alcalde de A Coruña electo, Carlos Negreira -amigo de la familia de una de las víctimas-, y el delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo.

La conselleira do Mar evitó, sin embargo, explicar las circunstancias del siniestro y del operativo de rescate al considerar que no era el día para analizar las causas del incidente sino de lamentar los hechos.

Carlos Díaz, subastador de pescado en la lonja de A Coruña y uno de los muchos trabajadores del sector que ayer se acercaron al Chuac, explicó que el patrón del buque, Marcos Alfeirán es el hijo del patrón de otro pesquero, Os Tonechos, que se fue a pique cuando él tenía unos diez años, en octubre de 1991, y en el que fallecieron los nueve tripulantes. Alfeirán era el armador del palangrero Nuevo Flor de España -dedicado a la pesca del congrio- , donde también habían trabajado la mayoría de los tripulantes que sufrieron el accidente de ayer. "Marcos cuenta con mucha experiencia en el mar, a pesar de su juventud", explicaron los miembros de la cofradía de Malpica. El armador es, precisamente, el más joven de los cinco tripulantes.

Tras el naufragio distintos partidos, sindicatos y profesionales del mar reclamaron que se investigue el accidente para evitar, en la medida de lo posible, que se repita en el futuro. Algunos representantes del sector también pidieron a la Consellería do Mar que recupere el seguro marítimo colectivo.