El jurel es una de las especies a las que más recurre la flota pesquera española y gallega cuando agota las posibilidades de captura de otros recursos como la merluza, especialmente en el caladero nacional. Esto es lo que ha provocado que en los últimos años el jurel se encuentre entre las tres especies más comercializadas en las lonjas gallegas y que en la mayoría de los ejercicios la flota haya tenido problemas para que los Totales Admisibles de Capturas (TAC) asignados a España fuesen suficientes para mantener la actividad durante todo el año. A esta situación también ayuda que las cuotas de pesca concedidas a los buques españoles se han mantenido prácticamente invariables -independientemente de la situación biológica de la pesquería- desde 2009, tanto en los caladeros comunitarios del norte como en aguas ibéricas. En aguas no españolas el cupo de España ronda las 16.500 toneladas mientras que en el caladero nacional roza las 31.000, después de una rebaja del 3% de cara a 2013.

El presente ejercicio, sin embargo, fue especialmente difícil para la flota española en la captura de jurel porque España tuvo que hacer frente a una multa por sobrepesca en 2011 que redujo considerablemente las posibilidades de pesca en aguas ibéricas. El sector perdió casi la mitad del TAC por el pago de la sanción y en el primer trimestre del año consumió otro 27%, con lo que en abril la flota ya solo contaba con el 23% del cupo asignado para todo el año, lo que obligó al Gobierno a restringir al mínimo las capturas por trimestre para poder mantener abierta la pesquería durante todo el ejercicio.

En aguas del Cantábrico -la zona VIIIc, que va de País Vasco a Fisterra- la flota española capturó en 2011 un 134% de la cuota que tenía asignada, superando en 8.303 toneladas los cupos establecidos para ese ejercicio. Con el efecto multiplicador de la multa impuesta por Bruselas, España perdió este año 11.623 toneladas de las 22.409 que tenía asignadas inicialmente. En abril la flota ya había consumido buena parte de la cuota de 2012 en el primer trimestre, lo que dejó para nueve meses unas posibilidades de faena exiguas, del 23%. Esta escasez hizo que la Secretaría General de Pesca restringiese los cupos de pesca en el Cantábrico por trimestres y segmentos de flota para evitar el cierre prematuro de la pesquería. Los cerqueros contaron en los últimos nueve meses del año con 2.384 toneladas de jurel -794,7 por trimestre- mientras que los buques artesanales solo pudieron capturar 401 toneladas -133,7 por trimestre-, lo que limitó considerablemente la actividad de los buques de artes menores.

El efecto de la multa por sobrepesca en aguas gallegas y de Portugal -de Fisterra al golfo de Cádiz, conocida como zona IXa- fue menor. El exceso de pesca de la especie en 2011 en este caladero fue del 7,9%, unas 619 toneladas, lo que implicó un recorte en las posibilidades de captura de jurel de 681 toneladas. La suma de la sanción al consumo del primer trimestre del año dejó al cerco con 2.654 toneladas -884,7 por trimestre- para los últimos nueve meses del año mientras que las artes menores apenas disfrutaron de 59,6 toneladas por trimestre.

La cuota de jurel es una de las más estables de todas las que interesan a la flota española, sin cambios en los últimos ejercicios, lo que, en parte, supone un alivio para los armadores, que pueden planificar mejor la actividad de todo el año.