La mayoría de la flota gallega de cerco -los 120 buques agrupados en la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga)- cumplió ayer su primera semana de amarre indefinido y avanza en su decisión de llevar sus reivindicaciones a Bruselas ante la "falta de soluciones reales" tanto por parte de la Xunta como del Gobierno central. El sector mantiene contactos con varias formaciones políticas -PSOE, BNG y AGE, entre otras- con la idea de lograr apoyos para exponer su problemática ante las autoridades comunitarias y conseguir una solución al "injusto" reparto de cuotas existente en España. Mientras avanzan estas gestiones, los barcos permanecen amarrados en distintos puertos gallegos y los armadores mantienen la acampada ante el edificio administrativo de la Xunta en Santiago.

Los cerqueros insisten en reclamar una distribución de las posibilidades de pesca más justa y denuncian que el reparto en base a históricos de capturas supone una "discriminación" para Galicia, una situación que Acerga explica en un vídeo colgado en Youtube. El plan de gestión diseñado por el Gobierno analiza el porcentaje de capturas, sobre el total y especie por especie, que realizó cada buque entre 2002 y 2012 y asigna esa misma proporción en el reparto para cada ejercicio. Los armadores que secundan el amarre defienden que el criterio del Gobierno no tiene en cuenta que durante esa década la flota gallega se autoimpuso topes de pesca diarios por especies tanto en aguas estatales como gallegas, a diferencia de lo que hicieron las flotas vasca y cántabra. "Los topes de captura diarios eran generalizados en aguas nacionales pero no en aguas interiores. En Galicia mantuvimos los topes en la comunidad pero no ocurrió así en Cantabria y País Vasco. Ellos pescaron todo lo que quisieron en sus aguas interiores", relata el portavoz de Acerga, Andrés García. "De ahí que al mirar los datos históricos de capturas, otras flotas salgan mucho más beneficiadas. Nadie tiene más historia que Galicia en materia de pesca pero, aún por encima de que lo hicimos para proteger los recursos, así salimos perdiendo", añade el también patrón mayor de Sada.

Por ello, la flota de Acerga -el 80% de este segmento de buques en Galicia- reclama un reparto lineal por número de tripulantes embarcados, de forma que no haya "discriminación". "No puede ser que un barco tenga una cuota por marinero y otro disponga del doble, el triple o más", concluye el portavoz de los cerqueros que secundan el amarre indefinido.

Otra de las deficiencias del reparto, según el sector, es que el cálculo por históricos de capturas no tiene en cuenta que algunos barcos pudieron estar parados durante años por estar en venta o amarrados por la crisis, lo que reduce considerablemente su cuota.