La flota gallega de cerco que permanece amarrada para reclamar un reparto "justo" de las posibilidades de captura ya está en Bruselas para plantear su problema en las instituciones europeas y buscar soluciones. Los integrantes de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) llegaron ayer a la capital europea, donde hoy expondrán sus reivindicaciones en varios encuentros con autoridades como el presidente de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, Alain Cadec, y el director general de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea, João Aguiar Machado. Unas reuniones en las que estarán acompañados por eurodiputados españoles.

El portavoz de Acerga, Andrés García, lamentó ayer que aún no está cerrada una reunión con el comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, pero confía en que se pueda celebrar mañana por la mañana, antes de que los representantes del cerco vuelvan -por la tarde- a Galicia.

La comitiva que viajó a Bruselas está formada, además de por García, por el presidente de la asociación, José Blanco, el secretario, Alberto Castro, el armador de Malpica Marcos Alfeirán -su barco opera desde el puerto de A Coruña- y Víctor Muñiz, representante de los cerqueros del Sur de Galicia.

El desplazamiento de los armadores a la capital europea recibió ayer las críticas de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que aseguró desconocer las "pretensiones" de Acerga en su reunión con el presidente de la Comisión de Pesca de la Eurocámara. "No soy capaz de entender qué es lo que quieren hacer", dijo durante un acto en Marín (Pontevedra), y matizó que la flota que está amarrada es solo "una parte del cerco gallego".

"Yo no sé lo que van a conseguir allí. Nosotros les hemos explicado que cada uno es muy libre de reunirse con quien y cómo considere", remarcó Quintana. "En Bruselas les dirán que el reparto de TAC [totales admisibles de capturas] y cuotas se celebra en el mes de diciembre", añadió la conselleira do Mar.

La responsable de la política pesquera gallega sostuvo que el reparto de las posibilidades de captura del cerco se hizo con "acuerdo" entre el Gobierno y la flota afectada, con la opción de gestionar de forma conjunta las cuotas o de forma individual. Los armadores de Acerga están en gestión conjunta y el resto de los gallegos en individual. "Lo que no se puede hacer -aseveró Quintana- que unos intenten obligatoriamente, hacerle cambiar su modelo de gestión a los otros".

La conselleira do Mar entiende que la forma de "convencer" a los demás debe ser "explicando las bondades de tu modelo de gestión para que los otros intenten cambiarlo" y advirtió de que la imposición "nunca va a llevar a ninguna parte".

La flota que defiende el amarre, sin embargo, critica el reparto realizado porque se basa en históricos de capturas y no en el número de tripulantes embarcados, algo que, denuncia, provoca "una gran discriminación" para algunos barcos. Entre otros argumentos, sostiene que mientras Galicia limitó las capturas diarias en sus aguas, la flota del País Vasco no lo hizo, por lo que pescó más. "Al usar los históricos se prima a quién menos se preocupó por proteger los recursos", sentencian los representantes de Acerga.

El viaje a Bruselas se enmarca en el calendario de movilizaciones del cerco gallego para cambiar el reparto actual. Al amarre de la flota se suman la acampada ante el edificio administrativo de la Xunta en San Caetano, la manifestación del pasado domingo en Sada y la prevista este próximo domingo en Santiago.