Malena, según la letra de la canción, era la que bailaba el tango como ninguna. Pero Carmen Gallego, exconselleira de Pesca en tiempos del bipartito, es la que mejor entona aquel "vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez", del inmortal tango gardeliano Volver. Porque Carmen Gallego anuncia su retirada de la primera línea de la política al negarse a figurar en una hipotética lista del PSdeG-PSOE para los próximos comicios autonómicos. Esto no quiere decir que abandone la militancia socialista, ni que abandone totalmente la política; ella, animal político donde los haya, dispuesta siempre a mirar de frente y no rechazar un problema por duro que sea.

"Y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor", dice el mismo tango. Y el de Gallego, desde finales de los años 80 del siglo pasado, no es otro que el socialismo. Por ello no lo abandona. Persevera en su idea para, más adelante, cuando el PSOE vuelva a mirar a los otros partidos por el espejo retrovisor, abandonando la idea de situarse como segundo para intentar auparse al primer puesto, volver con todas las fuerzas.

A Carmen Gallego, cuyo paso por la Consellería de Pesca ha dejado huellas profundas, no le gusta que le mande "un ex del Bloque y una ex del PP" y pretende curarse en salud. Esta salud es volver al mundo de la pesca, más en concreto a la asesoría en tal sector, si bien continuará en la política activa de su partido. Con todas las de la ley, con todas sus fuerzas todavía plenas y reforzadas por la experiencia acumulada por años de trabajo parlamentario y ejecutivo.

Atrás quedan los trabajos para la realización de las primeras reservas marinas en Galicia. Queda también el seguro de tripulantes y las ayudas económicas a los familiares de las víctimas en el mar. Quedan iniciativas como PescadeRías. Y queda la frescura de su decir directo para bien o para mal, pero sin disimulos propios de una casta política demasiado acostumbrada a dar la espalda.

Carmen Gallego se va a asesorar al sector pesquero desde la iniciativa privada. No es nada nuevo para ella. Tiene experiencia. Y seguro que el sector se puede beneficiar de sus conocimientos. Todo, a la espera de ese coche socialista que deje de mirar a los que van delante. Ella quiere subirse en el primero de los coches para ver a los que vienen detrás.

Aunque en muchas cosas no hemos estado de acuerdo y en otras muchas sí, suerte, Carmen Gallego. Buena marea.