La flota de palangre comunitaria prevé contar con observadores científicos a bordo en marzo, tres meses antes de lo previsto por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), con la intención principal de tener un mejor control de las capturas y liberaciones de los ejemplares de tiburón marrajo dientuso ( Isurus oxyrinchus).

La última reunión de la comisión internacional estableció que los individuos de esta especie capturados en el Atlántico Norte deberán ser devueltos al mar si están vivos, pero dejó "una puerta abierta" a subir a bordo los que estén muertos si un observador científico o electrónico verifica su fallecimiento.

Esta recomendación entra en vigor el próximo 12 de junio y pese a que la Unión Europea pretendía hacerla efectiva para los buques comunitarios a partir del pasado 1 de enero, el sector logró retrasar la fecha hasta el 1 de marzo para dar tiempo a coordinar la integración de los observadores científicos.

El sector trabajará de la mano del Instituto Español de Oceanografía (IEO) para realizar una media con los datos de análisis y capturas de años anteriores. España espera embarcar observadores en aquellos buques que superen esa media de capturas. Los patrones, en el caso contrario, deberán anotar las liberaciones de marrajos vivos que realicen.