El jugador de la selección olímpica Adrián López estaría encantado de "lograr el oro" en los Juegos de Londres, para poder dar el relevo a la generación de Kiko, Guardiola, Cañizares y compañía, que se proclamó campeona en Barcelona 92, cuando él tenía "cuatro años" y apenas recuerda la final ante Polonia.

"No me acuerdo del oro olímpico, tenía cuatro años y tampoco te creas que me acuerdo demasiado de la final de Sydney", dijo el ariete asturiano, consciente de que la medalla de oro "es un sueño", pero que no deben "obsesionarse". "Soñamos todos con hacer buen campeonato, con intentar llegar a la final, pero hay que ir poco a poco, como en el Europeo. Lo más importante es respetar a cada rival", dijo el exdelantero deportivista.

"La final soñada es que gane España. A todos nos gusta marcar, pero lo más importante es pensar en el grupo, que haga un buen campeonato. Y si sacamos una medalla sería perfecto, es lo que queremos todos", reconoció el jugador colchonero, que ya ha estudiado a los rivales más difíciles para la cita olímpica.

Adrián apuesta por los equipos con más tradición. "Brasil, Uruguay y México, a priori, pueden ser las más fuertes, pero luego hay equipos que no conoces muy bien, que físicamente son muy fuertes y es difícil pronosticar. Es el ejemplo de Japón, que está en nuestro grupo, y que te puede sorprender. Hay que preparar cada partido como si fueran finales", dijo.

Respecto a su veteranía dentro del grupo, Adrián lo tiene claro. "No tengo presión por ser uno de los mayores del equipo, me lo tomo con responsabilidad", añadió.