'Reality' en Ferraz. Veneno en Ferraz. La Veneno. Si no en cuerpo presente -mucho cuerpo- sí en espíritu. Espíritu... vamos a decir familiar. La hermana, la hermana de La Veneno, se entremezcla con los simpatizantes militantes manifestantes en la sede del PSOE. ¿Y por qué no? Obrera, española, muy de socializar y partida. En dos, la pobre, por las rencillas con la hermana famosa. ¿Famosa? Otrora. En tiempos pasados, pero que muy pasados, que ahora se vienen a (re)airear. Por si Pedrooooooo veía, siendo mocito, hace más de veinte años, el Mississippi de Pepe Navarro. Con los Matamoros.Y Sonia Monroy. E Ivonne Reyes (Ah, no, calla, esa es otra historia, o la misma que se complicó.) El caso es que aparece esa hermana, la de la Veneno, clamando por su causa (¿por qué allí?) A río revuelto, ganancia de pescadores, debió pensar. Luego, en esta ceremonia de la confusión, en este camarote de los Marx (hermanos), en este magma, se entrecruzan -con los socialistas de dentro, los de fuera, los unos y los otros- los invitados de rancio abolengo que acuden emperifollados a la boda en la casa de Alba. El palacio de Liria está a dos pasos. La política, ya lo dijo aquél, hace extraños compañeros. De reality.

Interterritorial. Julio y Mario tienen una relación extraterritorial. Julio y Mario no son ni pareja ni rivales. Hemos dicho, lo ha dicho el cantante, el español universal, una relación extraterritorial. Y dice bien porque él y el premio Nobel tienen eso en común, que están más allá de las fronteras y los límites, además de la bella filipina. Lo que, efectivamente, les sitúa en la órbita de la interterritorialidad, del Derecho Internacional, de las Naciones Unidas, de las misiones diplomáticas, del patrimonio de la humanidad, de la universalidad, de la globalidad. De lo estratosférico, en definitiva. Hace lo correcto el papá de Chábeli Iglesias al loar las virtudes del escribidor. Es más listo que el hambre. Lo demostró durante años, robándole a Isabel Preysler, con lo que es ella, el lado bueno. De las fotografías. Lo demás es canción. Hey.

Infelicidad. Hace juegos de palabras como el prestidigitador con naipes. Será de trabajar con Rociíto. Las palabras son lo que son: neutras, inocuas, lienzos en blanco. El uso que cada cual les dé, la intencionalidad, la finalidad, las dobles lecturas, ya dependen del emisor y del receptor. Luego también hay cosas, y personas, que inspiran más o menos. A veces por amor y a veces por lo contrario. A veces para bien y a veces para mal. Feliciano es patronímico de Félix, su origen etimológico es "feliz". Pero Alba la modelo, la prestidigitadora de palabras, le da la vuelta: Infeliciano. In-feliciano. De In-felicidad. Cuánto ingenio. Como Jesulín (en dos palabras) pero algo másleído, más avanzado, en versión 2.0.

Chistes. ¡Ay doña Marucha! ¡Piticlín, piticlín! ¿Alo, aloha? ¿Es la residencia de los marqueses de Casa cubierta? ¿No? ¿Y entonces cómo hacen si llueve si no hay cubierta? Hasta aquí la realidad. Ahora la ficción. Doña Marucha no era pero bien podría ser María Teresa. Imaginen la escena. Vespertina, pues Edmundo tiene por costumbre no madrugar, como evidenció ante las cámaras de televisión. Pongamos que ella le interroga, le pide cuentas: ¿Qué es esto que dice la competencia chilena? (léase la primera esposa, presentadora también) Y él contesta qué sé yo, ¿bígaro, doña Mairucha? ¿que si soy un bígaro? Pero si yo doy más en coquina -o tellina, o pichina- (ver Las Camposhian, capítulo segundo), que estoy muy integrado. Como chiste, no tiene ni pizca de gracia. Ya. Pues eso. ¡Piticlín, piticlín!

Madrina (y fin). Cuando lean estas líneas, Kiko Rivera ya será unhombre casado. Y no solo un hombre casado. También todo un compositor e intérprete (el enlace sirvió, además de para su fin habitual, para consolidar su carrera musical: le cantó los votos a la novia, ya esposa). Y no solo eso. Cuando lean estas líneas, Isabel Pantoja ya habrá sido madrina. El mejor papel de su (nueva) vida, si tomamos Alcalá de Guadaíra como punto de inflexión, como kilómetro cero, como un antes y un después. Eso sí, fue madrina sin mantilla. Lo cambió por tocado, que es menos racial, más internacional. Al fin y al cabo, ella está harta de usarlas con la bata de cola. Y no solo eso. Isa Pantoja, Chabelita, ya es cuñada. Y cuñada de las que hacen llorar. De la emoción: Por la pública reconciliación. Y no solo eso. El enlace reunió a toda la familia. Ya saben: los Pantoja y los Rivera (de esos también estaba ella, la matriarca, harta, mucho más que de llevar peinetas: se lo gritó por teléfono a un patidifuso Agustín Bravo). [Inciso: ¿Que no saben quién es Agustín Bravo? Venga ya. Tampoco se acordaban hace nada de Carlos Lozano]. ¡Hola los novios! ¡Viva!, quería decir. Perdón.