El portavoz del grupo municipal del BNG, Xosé Manuel Carril, negó ayer que el proyecto inicial de la residencia universitaria, es decir, de gestión pública, sea más caro que el modelo privado que defiende el PP porque afirma que ya existía financiación disponible para su licitación. Por esta razón, considera que la Xunta debe adjudicar la obra y mantener el carácter público del servicio y no tenerlo paralizado.

Carril criticó que el PP votara en contra de una proposición no de ley presentada por el BNG en el Parlamento para retomar el acuerdo del bipartito autonómico para la construcción del edificio. "No es de recibo que nuestros estudiantes sean los únicos del Estado español que no dispongan de una residencia universitaria pública", destacó el nacionalista, que cree que la única razón del cambio de tipo de gestión que defiende el Gobierno gallego radica en el "entreguismo del PP a las constructoras".

El portavoz nacionalista en el Ayuntamiento coruñés acusa al Ejecutivo autonómico de eludir el compromiso de emplear fondos públicos para el área residencial para estudiantes y también de incumplir el acuerdo con la Universidad a este respecto. Está seguro, además, de que la ciudadanía está de acuerdo con sus demandas: "Los coruñeses, como el BNG, rechazan una residencia universitaria privada, porque saben que al ser un negocio supondrá un mayor endeudamiento y supondrá a las familias un coste que podría llegar a los 600 o 700 euros por plaza".

Ante esta situación, Carril insta al alcalde, Carlos Negreira, a que "dé la cara en defensa de A Coruña" y también le pide que recuerde que los terrenos que fueron expropiados eran para construir una residencia pública y no privada.