Una mujer de 58 años fue rescatada la madrugada del lunes al martes cuando se encontraba en peligro de ahogarse, en la orilla de la playa de Riazor. El suceso se produjo a las 00.15 horas a la altura de la discoteca Playa Club, y según fuentes policiales un particular ayudó a la mujer a salir del agua y la acercó hasta la orilla antes de la llegada del dispositivo de emergencias.

A la zona se trasladaron varias patrullas de la Policía Nacional y una ambulancia del 061, que llevó a la víctima al complejo hospitalario de la ciudad. La mujer continúa ingresada en observación del Chuac con una ligera hipotermia, pero su pronóstico es leve.

En un primer momento se creyó que la mujer en peligro de ahogarse era una joven, y se relacionó el incidente con un grupo de jóvenes que cavaban hoyos en el arenal coruñés, una de las muchas actividades que los novatos de las residencias realizan en sus primeros días de curso universitario. Uno de los estudiantes allí presentes en el momento del suceso declaró que ellos eran un grupo de por lo menos 30 chicos y que no se enteraron del suceso hasta que oyeron las sirenas y vieron a 3 o 4 coches de policía. Además, el joven universitario confirmó que junto a la policía se encontraba otra persona, supuestamente el hombre que ayudó a la mujer a salir del agua.

El lunes comenzó el curso escolar en la Universidad de A Coruña y muchos jóvenes de residencias universitarias de la ciudad salen a celebrar las famosas novatadas. Uno grupo de 30 estudiantes se encontraba en el lugar del suceso haciendo carreras y cavando hoyos en la arena de la playa de Riazor , cuando oyeron las sirenas de la policía y se acercaron a ver que pasaba.

"Era el primer día de clase y habíamos salido a hacer las típicas novatadas. Estábamos corriendo por la playa y cavando hoyos, cuando escuchamos las sirenas y vimos 3 o 4 coches de policía. Fue cuando nos fijamos en que había una mujer tendida en la orilla de la playa", explica Brais, uno de los jóvenes que se encontraba en la playa en el momento de los hechos.

"Además de los policías había un chico junto a la mujer, pero cuando nos acercamos a ver qué estaba ocurriendo los agentes nos mandaron irnos de allí. La verdad es que todos nos sentimos un poco mal, porque nos encontrábamos a unos pocos metros, pero como estábamos entretenidos no nos enteramos de nada hasta que llegó la policía", se lamentaba el joven estudiante.